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Un juez mexicano abre la vía a la extradición de El Chapo si lo atrapan

Un tribunal acepta ahora la solicitud de EE UU desestimada dos semanas antes de la fuga El número uno de la DEA pronostica que la búsqueda de Guzmán será "un maratón"

Pablo de Llano Neira
Dos policías ante el cartel de búsqueda de Guzmán.
Dos policías ante el cartel de búsqueda de Guzmán.AFP (P. PARDO)

En caso de ser recapturado –y de ser recapturado vivo– el destino de Joaquín El Chapo Guzmán estaría más cerca de una celda de máxima seguridad de Estados Unidos. Un juez mexicano ha emitido este jueves una orden para que el capo prófugo sea extraditado al país vecino si es detenido. Dos semanas antes de la fuga del líder del Cártel de Sinaloa el pasado 11 de julio las autoridades habían rechazado la petición de Estados Unidos por defectos de forma.

La propia Procuraduría General de la República [Fiscalía] fue la que desestimó en junio la solicitud y ha sido ahora la que, pasadas dos semanas de la bochornosa huida del narco por un túnel, ha tramitado la petición estadounidense ante un tribunal para que finalmente sea aceptada. El movimiento apunta en clave interna hacia un cambio de postura del gobierno de Enrique Peña Nieto con respecto a la extradición del criminal más poderoso de México: si antes se negaba en redondo, tras el descalabro institucional que ha supuesto su evasión se ha abierto con diligencia a esa posibilidad.

En enero de 2015, con el traficante todavía entre rejas en la cárcel de máxima seguridad de la que posteriormente se escabulló, el exprocurador Jesús Murillo Karam enfatizó la determinación de México de mantener preso a Guzmán en su territorio: "Yo puedo aceptar la extradición, pero en el momento en que yo diga. El Chapo se tiene que quedar aquí a cumplir su condena y después lo extradito. Unos 300 o 400 años después. Falta mucho".

La DEA al acecho

La DEA ofrece por la pista de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera cinco millones de dólares. Seis tribunales de Estados Unidos tienen causas abiertas contra él, una de ellas por blanquear 14.000 millones. El tribunal para el que se ha abierto este jueves en México la posibilidad de extradición si es capturado es de California, por cargos de tráfico de droga.  La organización del Chapo lidera el contrabando hacia Estados Unidos, el mayor mercado mundial de consumo de estupefacientes. Domina el 30% del sector de marihuana y cocaína, y más del 60% de la heroína, droga de nuevo al alza en Estados Unidos.

Hasta ahora el Ejecutivo ha sido remiso a extraditar narcos en comparación con el de su predecesor Felipe Calderón. Con este gobierno el capo de mayor perfil enviado a Estados Unidos ha sido Alfredo Beltrán Leyva. Con el anterior gabinete fueron extraditados los líderes de los cárteles de Tijuana y el Golfo, Benjamín Arellano y Osiel Cárdenas, y otros hombres fuertes del crimen organizado como Héctor El Güero Palma, que fue hermano de armas y negocios del Chapo, o Vicente Zambada Niebla, hijo de El Mayo Zambada y hasta su arresto máxima figura ascendente de la nueva hornada sinaloense.

Igual que en política penitenciaria, también la orientación de la estrategia de seguridad bilateral de Peña Nieto ha estado marcada por un marchamo de orgullo nacional. Si Calderón se acercó al Gobierno de Estados Unidos para pedir ayuda contra el narco, el actual presidente ha defendido un sistema de mayor autonomía que ha quedado en entredicho con la fuga de Guzmán. Después de la huida de prisión del delincuente trascendió que la agencia antidroga estadounidense, la DEA, sabía que se tramaban planes para liberarlo e informó de ello sin éxito a las autoridades mexicanas. 

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La reacción pública de Washington a la fuga del Chapo ha sido diplomática. Desde la Casa Blanca se han limitado a reiterar su disposición de ayudar en todo lo posible para su recaptura. Ya en el arresto de Guzmán en 2014, pese a las supuestas distancias fijadas por el Gobierno mexicano frente a Estados Unidos, el aporte de inteligencia estadounidense fue decisivo para que la Armada de México atrapase al narcotraficante. Todo indica que en el nuevo operativo de búsqueda la capacidad de rastreo del vecino del norte será otra vez crucial, y más allá de las tensiones que ambos gobiernos hayan dirimido en privado la decisión judicial de abrir camino a la extradición del narco apunta a un panorama de mayor decisión de Estados Unidos en el futuro de Guzmán en caso de que vuelvan a atraparlo, misión que esta semana el director de la DEA, Jack Riley, ha prefigurado como "un maratón".

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