_
_
_
_
_
El no ya lo tienes
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Carta abierta a mí mismo

Querido Joaquín, por una parte se me hace raro escribirte, pero por otra tenía muchas ganas de hacerlo

Cordon Press

Querido Joaquín, por una parte se me hace raro escribirte, pero por otra tenía muchas ganas de hacerlo. Lo primero que quiero que sepas es que mi intención es pasarte la mano por el lomo; no voy a incomodarte poniéndote pegas. Eres una persona maravillosa que ya aguanta bastantes impertinencias de la gente que te rodea, como para que venga aquí a echar más leña al fuego. Pero es que además de no querer, tampoco podría, porque eres prácticamente perfecto… como Mary Poppins.

Si te parece voy a elaborar una lista de cosas que me gustan de ti (algunas son tonterías, no te rías):

Me gusta cuando caminas por la calle y te miras sin parar en los escaparates.

Me gusta cuando alguien empieza a contarte sus problemas y tú desconectas al momento, incluso canturreas por lo bajinis.

Me gusta que siempre coges el último trozo del plato que compartes (eso demuestra seguridad en ti mismo).

Me gusta cuando, sin necesidad ninguna de mentir, aseguras que has visto una película (o serie) cuando en realidad no lo has hecho y después eres capaz de mantener una conversación a propósito e incluso de aventurarte en las opiniones.

Me gusta que para ti la vida es una competición y que, subiendo unas escaleras por ejemplo, eres capaz de picarte con una mujer mayor y acelerar el ascenso para adelantarla.

Me gustan mucho tus manías: Comprobar cinco veces que has cerrado el coche, enderezar los cuadros constantemente, tocarte un botón si ves un pelirrojo, repetir mentalmente la palabra “cotiledón”…

Me gusta como te inventas las letras de las canciones, creyendo que las estás cantando bien.

Me gusta que nunca saludas y que jamás te despides.

Me gusta cuando, una vez que han aceptado tus condiciones económicas, te retractas y pides más.

Me gusta que te dé rabia (o incluso asco) oír a un español hablar perfectamente en inglés.

En definitiva: Que no hagas caso a la gente, eres genial.

Un abrazo

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_