Temor a las reválidas
¿Por qué ese empecinado empeño en querer anular las reválidas? ¿Acaso se teme dejar al descubierto una débil asimilación o la deficiente formación recibida? Y, de no ser así, ¿a qué se debe ese pertinaz empeño? No deben acusarlas de franquistas, porque son también del anterior régimen las dos pagas extraordinarias que recibimos en Navidad y en julio y no se cuestionan. Las reválidas fueron pensadas, además de para una valoración, como una primera selección para dirigir a los alumnos hacia la continuación y profundización de estudios superiores o bien pasar a una Formación Profesional donde la destreza manual primara sobre los estudios progresivos y la investigación. Es evidente que no todos tienen necesariamente que dirigir su vida al continuo y prolongado estudio si no están llamados o capacitados hacia esa obligada concentración y facilidad hacia ese campo. Hoy, una Formación Profesional —que exige también estudio— puede tener muchas más salidas en el mercado laboral industrial o de servicios que muchas carreras sin destacadas calificaciones. No es suficiente con las notas del último curso; puede haber lagunas no detectadas de cursos anteriores.— Manuel Armenteros Martos. Tres Cantos (Madrid).
