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ASTROFÍSICA

El Nobel de Física pone en España la primera piedra de otro futuro Nobel

El reciente premio Nobel de Física, Takaaki Kajita, inaugura en Canarias la construcción de una nueva red de telescopios que investigarán los eventos violentos del universo

Javier Salas
Takaaki Kajita, Premio Nobel de Física de 2015, ayer en La Palma
Takaaki Kajita, Premio Nobel de Física de 2015, ayer en La PalmaDaniel López/IAC

El último premio Nobel de Física, Takaaki Kajita, galardonado el pasado martes, acudió a la isla canaria de La Palma para participar el viernes por la tarde en la ceremonia de colocación de la primera piedra de un nuevo telescopio, el prototipo del LST (Large Size Telescope). Allí, Kajita aseguro que la red de telescopios de la que formará parte —llamada CTA— tiene posibilidades de proporcionar descubrimientos que valgan otro Nobel en el futuro: "Eso espero", bromeó. "Por qué no", apostilló el coordinador del CTA en España, Manel Martínez (del Instituto de Física de Altas Energías), tras asegurar que gracias a estas instalaciones se contará con todo lo necesario para conseguirlo: "Los nuevos telescopios abrirán una ventana al universo con una sensibilidad que no teníamos antes".

Durante una rueda de prensa, Kajita defendió los frutos que puedan proporcionar en el futuro hallazgos científicos como el descubrimiento de la oscilación de los neutrinos que le supuso el premio Nobel de Física: "La teoría general de la relatividad de Einstein ha tardado 100 años en tener aplicación, como es el GPS, que ahora nos parece fundamental", aseguró. Y añadió que la existencia de los neutrinos tiene una importancia vital para nosotros: "Si no hubiera neutrinos no habría Sol, por lo que no podríamos vivir aquí". Además, subrayó la importancia de "convencer a la gente a todos los niveles de que la ciencia es importante".

El pasado julio, la Red de Telescopios Cherenkov concedió a España la sede del hemisferio norte, junto a Chile en el sur, y pocos meses después ya está puesta la primera piedra en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma. Este telescopio que se empieza a construir ahora es un aparato gigantesco, con un espejo de 23 metros para captar indirectamente rayos cósmicos cuando interaccionan con las partículas de la atmósfera. Manel Martínez defendió la importancia de este hito, por el logro de terminar el diseño de esta estructura y por darle luz verde al proyecto en España y en Chile.

Esta red de telescopios formará el observatorio de rayos gamma más grande del mundo y permitirá cartografiar un territorio casi desconocido, formado por los destellos de estos rayos, originados en los eventos más violentos del universo, como explosiones de supernovas o agujeros negros. El observatorio palmero pretende acoger una veintena de estos telescopios. Con la instrumentación actual, apenas se había podido cartografiar el 10% del cielo en la longitud de onda de lo rayos gamma, el tipo de radiación más energético que existe.

Al investigar el origen de estos rayos cósmicos se podrá conocer más sobre los aspectos más desconocidos del universo, como la composición de la materia oscura. En el CTA, que costará alrededor de 200 millones de euros y pretende estar listo en 2020, participan unos 1.500 científicos e ingenieros de más de 30 países. Los telescopios del tamaño del LST están siendo diseñados por un grupo de organismos de investigación de España, Japón, Italia, Francia, Alemania, Brasil, India, Suecia y Croacia.

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Sobre la firma

Javier Salas
Jefe de sección de Ciencia, Tecnología y Salud y Bienestar. Cofundador de MATERIA, sección de ciencia de EL PAÍS, ejerce como periodista desde 2006. Antes, trabajó en Informativos Telecinco y el diario Público. En 2021 recibió el Premio Ortega y Gasset.

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