La Alhambra no tenía seguridad para evitar el fraude de entradas
La investigación sobre el posible fraude en los accesos y venta de entradas a la Alhambra continúa cinco años después de que se produjera la primera detención. El informe elaborado por un perito informático destaca la vulnerabilidad en la validación de las entradas en los puntos de acceso al monumento. Un simple torno o una lectura por escáner que validara de forma mecanizada cada entrada hubiera evitado más de un quebradero de cabeza. Con tickets vírgenes, un simple procesador de textos y una impresora láser "es muy sencillo" confeccionar una entrada, apunta el informático.
De haber existido algún mecanismo de control, se podría haber auditado diariamente la emisión de entradas con las consumidas y no habría quedado "a criterio de los controladores" el acceso al recinto monumental. Hay otras, pero esa es la principal carencia que destaca en su informe el perito al que el juez encargó revisar el proceso informático de reserva y expedición de entradas en el propio Patronato de la Alhambra y el BBVA, que cuando se investiga el posible fraude (2002-2005) era la entidad encargada de la venta a particulares y agentes autorizados.
Un informe pericial desvela las claves para la validación de entradas falsas
La reimpresión de entradas de reserva del BBVA, provocada por un atasco en la impresora o algún mal funcionamiento del sistema, permitía -tras la intervención de un operador- modificar la reserva en la base de datos y que se pudiera volver a imprimir la entrada sin que quedara constancia. Asimismo, consta en el informe, las impresoras se pueden configurar independientemente al sistema informático por lo que si un taquillero varía el parámetro de la impresora, ésta podría emitir tickets sin que quedara constancia.
Por este caso hay medio centenar de imputados. El dinero defraudado se elevaría a unos ocho millones, según un informe pericial. La causa tiene ya más de 80.000 folios.
