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Los colores del Barça son masónicos

Xavier Casinos recopila las huellas de la masonería en Barcelona

Los chocolates Toblerone tienen forma triangular porque su creador era masón. También lo era el de los chocolates Suchard, y el inventor de la maquinilla de afeitar con cuchilla y uno de los fundadores del FNAC y Adolf Sax, inventor del saxofón. Y también escritores como Mark Twain y Sherlock Holmes. Lo dijo ayer Xavier Casinos, periodista y autor del libro Pasejades maçòniques per Barcelona, que lleva prólogo nada más y nada menos que del alcalde de Barcelona, Jordi Hereu. Casinos, acompañado de Hereu, presentó ayer el texto en la Biblioteca Pública Arús y empezó citando una ristra de masones extranjeros para referirse luego a la hipótesis de que los colores del Barça tenga su origen en la masonería.

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La primera vez que se lo dijeron no lo creyó Casinos. Podía, claro, ser una mera casualidad. Porque es cierto que hay un mandil con los colores azul y grana, pero también hay otro (de aprendiz, enfatizó con cierta dosis de ironía) que es blanco y eso no debería llevar a pensar que también la camiseta del Real Madrid es de origen masónico.

Pero andando el tiempo y estando precisamente en la Biblioteca Arús vio un cuadro firmado por D'Artagnan, una alegoría masónica, en el que aparecen los colores azul y grana. Pero eso no llevaba a ninguna parte porque no había constancia de conexión alguna entre la logia de Rossend Arús y el fundador del Barça, Joan Gamper. Hasta que apareció la conexión. Uno de los miembros de la misma era pariente de Gamper y participó en la fundación del club de fútbol. Desde luego, no hay documento que establezca fidedignamente que el nacimiento de los colores del Barça estén indisolublemente vinculados a la logia, pero hay razones para creerlo que antes no existían.

El interés por conocer el asunto es, sobre todo, ciudadano, como recordó el gerente de la biblioteca, Josep Brunet. Grandes capitales europeas tienen recorridos masónicos. Perfectamente conocidos y públicos porque en otras partes la masonería no sufrió la persecución a la que en España fue sometida por el dictador Francisco Franco. Éste ordenó borrar cualquier símbolo que quedara en la ciudad. Algunos, recordó Hereu, se salvaron porque el régimen era bastante ignorante y no supo reconocerlos. Casinos citó algunos y remitió al público (que abarrotaba la salita) a su libro para encontrar otros. Entre los que citó: el restaurante Set Portes, la calle de Portaferrisa e incluso un edificio que albergó un cuartel de reclutamiento.

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Jordi Hereu expresó su satisfacción por vivir en un tiempo y una ciudad donde se puede ser normalmente masón sin tener por qué ocultarlo. "Es la normalidad de la libertad", dijo el alcalde. También estuvieron en el acto el líder de CiU, Xavier Trias, y el socialista Josep Maria Sala. El libro es un paseo por la ciudad, incluyendo las referencias a calles que tienen nombre de personajes que fueron masones. Sin ir más lejos, Andreu Nin, Antonio Machado y Lluís Companys.

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