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Reportaje:

Mecano superstar

Faltan cuatro días para el estreno de 'Hoy no me puedo levantar', el primer gran musical cien por cien español en la Gran Vía madrileña, montado por Nacho Cano sobre los éxitos de Mecano. Así se compuso este costoso puzle.

Nacho Cano cuenta cómo se ha ido construyendo 'Hoy no me puedo levantar' a intervalos en su furgoneta, con música de Norah Jones; en la discoteca Pachá, durante la presentación de una colección de ropa de su amiga la actriz Elsa Pataki; en su laberíntica casa, con música de Mozart, y en breves descansos de los ensayos durante tres tardes. Está tan concentrado e ilusionado con su nueva obra que le cuesta salirse de su burbuja, aunque sea por un instante, para explicar lo que está haciendo. A veces, Nacho Cano, de 42 años, que formó junto a su hermano Jose y a Ana Torroja el grupo Mecano, que en los años ochenta marcó un hito en el pop superventas español, y que últimamente ha compuesto el himno olímpico para la candidatura Madrid 2012 y Música para una boda, para celebrar el enlace del príncipe Felipe con doña Leticia, recuerda a un niño hiperactivo, por cómo mira, cómo habla, cómo se mueve. 'Hoy no me puedo levantar' es el primer gran musical cien por cien español que se estrena en la Gran Vía madrileña con vocación de hacer un hueco entre las producciones tipo Broadway a la música de los hermanos Cano (aparte de los temas de Mecano, incluye alguno otro compuesto para otros artistas, como Lía, en la voz de Ana Belén, y No controles, para Olé Olé). Una gran inversión de ocho millones de euros, acometida por el Grupo Drive, de reciente creación, cuyo presidente ejecutivo es José Manuel Lorenzo (ex director general de Canal +), y que incluye la cesión por 20 años de un escenario recuperado en el centro de Madrid, el Nuevo Teatro Rialto. Ocho músicos en directo y 28 actores y bailarines. Un musical joven y vitalista, en un tono entre Fama y Rent a lo madrileño.

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Nacho Cano: "La idea del musical surgió hace dos años. Fue Ángel Suárez, que siempre ha conocido bien el negocio de la música por su distribuidora de discos, el que lo movió todo, el que me convenció, el que convenció a José Manuel Lorenzo. Nos dijo que era la ilusión de su vida".

Ángel Suárez, productor: "Yo creía que si se hacía un musical cien por cien español, tenía que ser con las canciones de los hermanos Cano, a los que siempre he querido y admirado muchísimo. Me daba pena que pasaran a la historia un poco por la puerta de atrás. El primer gran musical español tenía que ser de ellos. Y les convencí para la cesión de derechos, lo cual tampoco era sencillo. Luego, Nacho Cano lo ha hecho suyo porque es un profesional enorme, ha realizado arreglos nuevos de todas las canciones, para actualizarlas, excepto de 'Hijo de la Luna', un tema de su hermano por el que siente tanto respeto que no lo ha tocado. Nacho se entusiasma y pone la ilusión de un niño en los proyectos nuevos. Pero con una gran diferencia respecto a los niños: la madurez. Es admirable ver comportarse a un artista de su talla así, no como un divo caprichoso, sino demostrando su capacidad de liderazgo dirigiendo un grupo tan grande de personas, con edades entre 20 y 30 años la mayoría, transmitiendo en todo momento entusiasmo y profesionalidad".

José Manuel Lorenzo: "Yo me lo pensé, por el reto tan fuerte que suponía. Es meterte en la Gran Vía con un teatro nuevo, con un proyecto totalmente nuevo. No era sólo por el dinero, sino porque todo me producía un enorme respeto, y me surgían dudas de saber si estaría a la altura. Durante una cena, Nacho puso sus condiciones, y yo dije que sólo me embarcaría en esto si conseguíamos hacer una buena historia de los años ochenta. Después de la cena, llevé a Ángel a su casa. Serían como las tres de la madrugada.

Recuerdo que me tuvo una hora en el coche, es esa escena del amigo que empieza a hacerte confesiones antes de despedirse, y que no se va, y no se va. Y se echó a llorar, es la primera vez que le veía llorar. Me pidió que le ayudara, que era el proyecto de su vida. Le dejé, seguí conduciendo y, cuando llegué a casa, recuerdo perfectamente que le mandé un mensaje por el móvil: 'mañana comienzo a trabajar'. Eso era noviembre de 2003. Luego ha resultado ser más que una historia de los ochenta, es muy actual, no es una revisión histórica de aquellos años, es algo que va más allá, una historia de sentimientos".

Nacho Cano: "Yo sólo les puse dos condiciones: poder controlarlo yo, y no escatimar en inversión. Tenía que ser un musical cien por cien español, nuestro, pero con una producción que no tuviera nada que envidiar a los musicales anglosajones, con la misma dimensión. Mi motivación ya no es la fama o el dinero. Que la gente tenga presente que estamos creando, que no estamos duplicando nada, que no es un remedo de Mecano veinte años después. Eso no tendría sentido. Eso yo no quería hacerlo. No, no, esto no es un simple recuerdo. Aunque hay tanto ahí metido que todavía cada vez que voy a los ensayos me revuelve algo por allá dentro. Dimos el último concierto en septiembre de 1992, pero Mecano forma parte de la memoria de mucha gente". "No, no, Ana y Jose no han visto nada aún, sé que respetan lo que yo hago, pero que lo vean cuando se estrene".

José Manuel Lorenzo: "A partir de ahí los preparativos fueron bastante deprisa; enseguida se marcharon David y Nacho a trabajar en el guión a la Alpujarra. Llegaba todo como en una catarata de acontecimientos. Lo de tener nuestro propio teatro no estaba contemplado al principio. De hecho, quisimos llegar a un acuerdo con algún operador teatral. Pero no nos entendimos, no queríamos estar bajo sus parámetros, no quisimos entrar por la puerta que nos ofrecían, querían imponernos cosas. Y nosotros teníamos muy claro que éste era nuestro proyecto, nuestro musical, y que era Nacho el que debía controlarlo todo, no queríamos que Mamma mia! fuera nuestra referencia, tenía que ser cien por cien nuestro. No queríamos ninguna referencia de fuera, ni en lo escenográfico ni en lo musical ni en la coreografía. Yo, si me metía en esto, era por el reto de hacer algo nuevo, algo que siempre ha primado en mi carrera, abrir caminos; digamos que yo no me hubiera metido en esto para hacer otra versión de Cabaré, por ejemplo. No queríamos a nadie de fuera… molestándonos, diciéndonos lo que teníamos que hacer; hacemos lo que queremos, eso también te da una satisfacción".

Nacho Cano señala 'Bombay dreams', ambientado en la cultura india, como su musical favorito, porque, entre otras cosas, se desmarca de las pautas sajonas. Pero antes de lanzarse a esta aventura se ha visto todo lo que hay programado, especialmente los llamados musicales de repertorio, montados a partir de los éxitos de grupos o cantantes famosos. Una fórmula, que, por cierto, en Nueva York comienza a dar señales de saturación y, a veces, de agotamiento; Good vibrations, presentado en febrero sobre la base de las canciones de los Beach Boys, no ha obtenido el éxito esperado. Y ya están preparándose los estrenos en Broadway de los montajes con canciones de Elvis Presley y de John Lennon; más otros sobre Bob Dylan y Bruce Springsteen. Los críticos neoyorquinos han resaltado que el principal problema es que a menudo las letras de las canciones no se adaptan a los sentimientos de los personajes de la obra, que se nota todo forzado, metido con calzador.

Nacho Cano: "El siguiente paso fue buscar el autor del libreto. Yo había visto El otro lado de la cama, con guión de David Serrano, y me había gustado mucho, por el dominio del lenguaje, por la naturalidad y frescura de los diálogos, sin ningún engolamiento. Se lo propusimos a David y me lo llevé a trabajar a la casa que tengo en la Alpujarra. Durante un año estuvimos yendo largas temporadas allí. Trabajando juntos. Nos divertimos mucho. Le presenté chicas guapas. Nos íbamos a correr por la montaña. Hubo una conexión grande. El gran reto era encajar las canciones sin cambiarles la letra, para que el público las pueda cantar. Son canciones que hablan de muchas cosas, contienen un abanico muy grande de sentimientos, desde historias de amor a historias de drogas. Mecano tuvo 40 temas que fueron número uno. En el musical hemos metido 25. Las cuatro primeras fueron cuatro bombazos y marcaron el sentir de la época: Hoy no me puedo levantar, Perdido en mi habitación, Me colé en una fiesta y Maquillaje".

David Serrano, de 29 años, cuenta que las canciones de Mecano son también parte de su biografía; en la web del musical confiesa: "Escuché Me cuesta tanto olvidarte 370 veces seguidas, y aunque no entendía qué quería decir "cuadro de bifrontismo que sólo da una faz", se convirtió en mi canción preferida mucho tiempo".

Nacho Cano: "Está entre el drama y la comedia. Te hace reír, pero también soñar, llorar. Una montaña rusa de emociones. Las canciones han adquirido algo especial; yo no quería hacer una simple copia; todas están actualizadas, con arreglos distintos; es mi forma de trabajar, me gusta partir de cero, crear. En este viaje en quien más me he apoyado ha sido en José Manuel Lorenzo, veo que tiene mucho sentido común, es un hombre que se ha estado enfrentando a las audiencias, a las cuotas de pantalla en televisión, que sabe bien lo que le gusta al público y lo que no".

David Serrano: "'Hoy no me puedo levantar' cuenta seis años de la vida de un grupo de amigos que llegan a Madrid en 1981 con ansias de triunfar, sus sueños y frustraciones. Se desarrolla a lo largo de dos horas y media. Ha sido un reto muy fuerte, creo que ha sido lo más difícil que he hecho como guionista, era muy complicado encajar tantas canciones y tan distintas, sin cambiar nada las letras. Pero Nacho y yo nos hemos llevado muy bien, nos hemos reído mucho, desde el primer día, cuando quedamos a cenar. Me convenció así, me reí mucho con él. Luego me llevó a su casa de las Alpujarras y trabajamos juntos, pero me dejó libertad para escribir, me dio confianza. Me hacía zumo de naranja, me presentó chicas guapas".

José Manuel Lorenzo: "El trabajo que ha hecho David Serrano es bestial. Un ejercicio bestial. Hemos cambiado el guión cuatro veces. Ha sido más de un año de trabajo. En el primer borrador se notaba demasiado el esfuerzo por acoplar las canciones. Luego ha ido evolucionando, la historia de amor ha quedado más subrayada, el texto ha adquirido mayor fluidez, mayor carácter. Tanto, que yo creo que las canciones de los hermanos Cano, al entrar en un contexto, cobran una nueva dimensión. El público las va a vivir como una experiencia diferente". "No, no es pijo ni blando. En absoluto. Es una apuesta valiente en todos los sentidos, en el escenográfico, y también en el texto, tocamos el tema del sida, de la droga, de la homosexualidad". "El comienzo del segundo acto es muy mágico, con una mezcla muy artística de las canciones de Dalí y Laika, la perrita astronauta, y la última media hora es… cómo decirlo…, todo el rato estás moviéndote entre la risa y la lágrima, y al final estallan todas las emociones. El final es muy sorprendente, da un giro, como en la película Los otros, y entonces toda la obra adquiere un valor distinto".

Nacho Cano: "Yo quería volver a sentirme creador. Hemos añadido mucha magia, entre otras cosas por el casting, que yo creo que funciona muy bien. Hay 30 personas en escena. Vimos a 1.300; les vi cantar, bailar y actuar a todos. Es gente nueva, fresca, que tiene algo, el 80% no había hecho musicales antes; por ejemplo, una de las actrices estaba trabajando en Cortefiel. Son gente fantástica, entre 20 y 30 años, que se ha entregado a unos ensayos muy duros durante seis meses".

Javier Godino, madrileño de 27 años, tenía algo de experiencia en teatro de texto y musical infantil. "Sí, los ensayos han sido muy duros. Desde octubre, de diez de la mañana a nueve de la noche. Yo fui el 323 del casting. No se me olvidará. Canté El lago artificial, de Mecano. Estuvimos un mes de pruebas hasta la elección definitiva, pero yo intuí desde el principio que me podían coger. Soy Colate, el mejor amigo de Mario. Llegamos a Madrid en 1981 a buscarnos la vida, y empezamos como camareros en un bar. Colate es un chico divertido, sencillo, de pueblo, muy amigo de sus amigos. Lo que aporta sobre todo este musical es cercanía".

Andreu Castro, 26 años, de Tortosa (Tarragona), había trabajado sobre todo en televisión, en la serie Aladina: "Me presenté al casting porque me apetecía mucho la idea de Mecano, me sabía todas sus canciones. Nacho consigue crear magia. Y el libreto de David Serrano es maravilloso, porque te hace reír, llorar, participar. Cada personaje representa un aspecto de aquellos años, de lucha por la libertad, por la independencia, de drogas y música. Yo, en la obra soy Guillermo, que representa la homosexualidad, la salida del armario, soy el típico personaje al que MacNamara y Almodóvar habrían invitado a sus fiestas".

Tino Sánchez, de 32 años, es el coreógrafo. Canario de Las Palmas, se formó en Londres y en esa ciudad ha ejercido toda su carrera de bailarín, durante 12 años, en musicales como Fama, Miss Saigon y Chicago; éste es su primer gran trabajo en España y como coreógrafo: "Nunca le estaré lo suficiente agradecido a Nacho por darme esta oportunidad; ha sido una apuesta personal por mí, quería alguien nuevo y fresco, aunque en principio había otras voces que buscaban a alguien con más nombre. Pero Nacho ha apostado por gente nueva. He tratado de aplicar toda mi experiencia, una fusión de contemporáneo con técnica. Conozco bien la práctica, sé lo difícil que es cantar, actuar y bailar, unirlo todo y que quede natural".

Inma Cuesta, 25 años, de Jaén, es María, la parte femenina de la pareja protagonista; su belleza morena recuerda a un cruce entre Penélope Cruz y Paz Vega: "Estudié arte dramático en Córdoba, hace un año llegué a Madrid y realmente todavía no había hecho ningún trabajo como profesional. Yo creo que me eligieron porque sobre todo buscaban frescura. Y yo respondía al tipo de mujer andaluza que querían. María es una chica andaluza de 20 años, que viene a triunfar a Madrid en el mundo del baile. Es simpática, alegre, un punto pícara, muy vital, de mucho carácter. Yo creo que esto va a funcionar porque refleja muchos estados de ánimo, refleja bien la locura de los ochenta, que puede servir como icono de una época de cambio, de revolución en la vida de la gente".David Serrano: "Creo que la gente va a flipar, hay muchas sorpresas. Queríamos llenar al público de emociones, de pena y de alegría. Estoy orgulloso de cómo ha quedado, yo creo que vamos a conseguir emocionar a la gente, que rían y que lloren".

Nacho Cano: "¿Una sorpresa? La coreografía de Rafael Amargo para la canción Una rosa es una rosa".

Mikel Fernández, barcelonés de 25 años, es Mario, el chico de la pareja protagonista, aunque se trata de una obra muy coral, como es habitual en los trabajos de David Serrano (El otro lado de la cama, Días de fútbol). Él es de los que más experiencia acumula; estuvo tres años con Dagoll Dagom, participó en Rent y protagonizó We will rock you (musical sobre temas de Queen): "Aquí, tanto letras como músicas son muy potentes, los personajes están muy definidos, no son simples estereotipos para engarzar unas melodías con otras. Mis canciones favoritas en las que intervengo son Aire, con una versión muy particular, y Me cuesta tanto olvidarte". "Esto no va a conectar sólo con los que crecieron con Mecano, sino también con la gente joven; a fin de cuentas, lo que cuenta es la historia de un grupo de chavales que quiere triunfar, y eso es muy cercano".

Carlos Ituiño, productor ejecutivo, que dirige la parte musical del Grupo Drive, y fue presidente de la discográfica Universal, coincide: "Yo lo veo un musical que va a conectar muy bien con la gente joven, los que no crecieron con Mecano, porque es una buena historia de gente joven, yo lo comparo con Rent, un Rent a la española".

José Manuel Lorenzo: "El gran diferencial es lo que destacamos en la publicidad: es el musical en el que podrás cantar todas las canciones".

Nacho Cano: "No se trata de recordar la historia, sino de seguir haciendo historia".

José Manuel Lorenzo: "No hemos escatimado nada. Todavía ayer, a dos semanas del estreno, cambiamos la batería; a Nacho no le acababa de gustar cómo sonaba".

A esa cercanía también contribuye el teatro, el Nuevo Rialto, construido en 1920, que luego se transformó en cine y finalmente cayó en el abandono y deterioro durante años. Ahora se vuelve a levantar como un teatro de tamaño medio (algo menos de 1.200 butacas), pero con dos rasgos que benefician al musical: una buena acústica, con un sonido muy limpio, y gran proximidad entre todas las butacas y el escenario; su estructura es muy vertical y cóncava, muy volcada y recogida sobre la escena.

Ana Garay, que ha trabajado con Adolfo Marsillach, Mario Gas, Els Comediants, cinco años en el Teatro Real y últimamente en La Abadía de José Luis Gómez, es la directora de escenografía: "El trabajo no ha sido sencillo, porque el texto de David es de secuencias muy cinematográficas y encadenadas, con un ritmo trepidante, y eso había que adaptarlo además a un teatro con limitaciones en sus dimensiones. Lo que he creado es un contenedor muy urbano, cuyo eje es un local de copas, El 33; es un espacio muy penetrable por la luz, que cambia con proyecciones e imágenes serigrafiadas y que permite licencias oníricas. En fin, ha sido una gran experiencia, y larga, en torno a un año, trabajar con esta pandilla de enloquecidos del espectáculo y con alguien tan buena gente como Nacho Cano".

Diego París, madrileño de 32 años, con experiencia en teatro con el grupo Animalario y en películas como Días de fútbol (donde se lució tratando de entrenar a un cerdito), es Panchi, uno de los amigo de Mario y batería de su grupo: "Mi personaje es sobre todo el toque de humor. Es un heavy de Vallecas, pero lo interesante de él es que va evolucionando, es el más pieza y gamberro, pero al final es de los que mejor parado sale, porque al final hay mucho drama, ¿eh?".

Natalia Vergara, madrileña de 31 años, se había centrado hasta ahora en su faceta de cantante; grabó tres discos con su grupo, Clan Club, y ahora estaba a punto de sacar su primer trabajo en solitario; lo ha aparcado para dedicarse a Hoy no me puedo levantar: "Es un musical con el que resulta muy fácil identificarse. La primera parte es más comedia, refleja lo divertido de la movida; en la segunda parte, más dramática, viene la resaca. Yo soy Patricia, la parte más loca de la movida, de sexo a tope, ninfómana, drogadicta, que quiere ser actriz y se apunta a todo lo que le proponen, su filosofía es vivir el momento. Los ensayos han sido muy duros, sí, pero he aprendido mucho; a desarrollar, por ejemplo, el sentido de la paciencia".

Nacho Cano: "Me levanto a las cinco de la mañana, me voy a correr o nadar, luego hago hora y media de yoga. Duermo cuatro o cinco horas al día. Menos mal que me echo una siesta de media hora, que me sabe a gloria bendita… Y el yoga, menos mal que está el yoga, lo necesito para centrarme. Sí, la gente me ve hiperactivo, pero esa hiperactividad está también rayando con la apatía más absoluta; de la misma manera que puedo estar trabajando todo el día y la noche, y dormir sólo cuatro horas, puedo estar tirado todo el día en el sofá, en plan de no poderme levantar".

Natalia Vergara: "Lo que más me ha sorprendido de Nacho es su manera de trabajar; es admirable su entusiasmo, como de niño, nos lo contagia a todos, y su manera fresca de mirar, que para alguien que está donde él está, yo creo que es difícil y tiene su mérito".

'Hoy no me puedo levantar' se estrena el próximo jueves, 7 de abril, en el Nuevo Teatro Rialto de Madrid (Gran Vía, 54). Más información: www.hoynomepuedolevantar.com.

Nacho Cano, compositor y director de 'Hoy no me puedo levantar', el creador y controlador, atento a todos los detalles (en la imagen, concentrado en los acordes), y José Manuel Lorenzo, el empresario, el productor. Detrás, Claudio Pascual, ayudante de dirección.
Nacho Cano, compositor y director de 'Hoy no me puedo levantar', el creador y controlador, atento a todos los detalles (en la imagen, concentrado en los acordes), y José Manuel Lorenzo, el empresario, el productor. Detrás, Claudio Pascual, ayudante de dirección.DANIEL SÁNCHEZ

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