Un nuevo tipo de actor virtual
Hay ya varios precedentes, pero nunca antes una mezcla entre actuación real y manipulación digital había llegado a ser tan perfecta como con Gollum, la esquizofrénica criatura que interpreta Andy Serkis. Los rasgos faciales y la mímica pertenecen al actor, pero el cuerpo y sus movimientos son producto de la animación digital. ¿Cabe hablar de actuación? La que tendrá que decidir es la Academia que entrega los Oscars. Jackson y su equipo quieren lograr una nominación para la estatuilla del mejor actor de reparto. Y razones no les faltan: con una interpretación magistral, Serkins realmente logra dar vida a un personaje a la vez astuto, tierno, cómico y malvado. Basta conocer a este actor británico para descubrir que Gollum realmente es él y su cara. "Intenté humanizarlo al máximo", explicó.
Pero lo dicho: todo el resto es animación, perfeccionada sustancialmente con respecto a Las dos torres, gracias a los últimos adelantos técnológicos. "Nuestro mayor avance fue lograr la transparencia de su piel", sostiene el amo y señor de los efectos especiales, Richard Taylor. El resultado deja un presentimiento en el aire: quizá dentro de unos años los actores de carne y hueso, tal y como los conocemos hoy día, desaparecerán de las pantallas. Andy Serkis, el pionero, no ve mayor problema en ello: "Pese a la animación digital de su cuerpo, el actor no pierde en absoluto la relación con su papel", asegura.