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Reportaje:

Barceló, entre tallas y canteranos

El Salón de Anticuarios, que abre hoy sus puertas, combina el arte antiguo y el moderno

"Me gusta el equilibrio entre el arte antiguo y el moderno", explica la galerista madrileña Marita Segovia, que combina en su stand el mueble policromado del siglo XVIII, las piezas de alabastro del XIII y un cuadro de Hernández Pijoan, que justamente expone estos días en el Macba. Es uno de los contrastes paradójicos que pueden verse en el Salón de Anticuarios, que hoy abre sus puertas en el recinto ferial de Montjuïc de Fira de Barcelona (de 11.00 a 21.00 horas; entrada, 10 euros), donde permanecerá abierto hasta el 9 de febrero. Desde que se dio paso al arte moderno en el salón del año 2000, coexisten en él obras de artistas contemporáneos vivos, como Barceló, Tàpies y Clavé, con corazas de la antigua Grecia o mobiliario art déco.

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Esta nueva situación ha llevado a replantear el enunciado del salón, que desde el año pasado lleva el nombre de Salón de Anticuarios y Arte Moderno. "El arte moderno nos aporta complementariedad, aunque delimitamos muy bien qué es lo que puede entrar de arte actual", explica el presidente del salón, el anticuario Artur Ramon Navarro. Esta limitación se encuentra recogida en un libro: sólo los artistas vivos que estén incluidos en el Dictionnary of art grove pueden participar en esta feria. "Sabemos que es un sistema imperfecto, pero nos sirve de referencia", dice el presidente del salón. Aunque se trate de artistas vivos, a las piezas de arte contemporáneo se les exige que tengan un mínimo de 10 años de antigüedad.

Este nuevo planteamiento del Salón de Anticuarios lo acerca al proyecto que desde hace años intenta poner en marcha la asociación de galeristas Art Barcelona, denominado Salón del Coleccionismo, que combinaría el arte contemporáneo y las antigüedades. Livia Paretti, la nueva directora del Salón de Anticuarios, afirma: "Es prematuro plantearse fusionar estos proyectos, entre otros motivos porque el Salón del Coleccionismo es todavía un proyecto". En esta 27ª edición, el salón cuenta con 105 expositores y tiene 5.000 metros cuadrados. Junto a las pinceladas de arte moderno, el salón ofrece una variada gama de objetos, estilos y épocas, entre los que destaca por su pujanza el art déco.

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