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Los Red Hot Chili Peppers rescatan sus discos de los ochenta

Una nueva edición de sus cuatro primeros trabajos incluye quince temas inéditos

Diego A. Manrique

Los Red Hot Chili Peppers recuperan próximamente sus primeros trabajos, correspondientes a su etapa más oscura y turbulenta. Red Hot Chili Peppers (1984), Freakey stiley (1985), The upflift mofo party plan (1987) y Mother's milk (1989) serán relanzados por EMI en ediciones remasterizadas, con un total de quince canciones extra, incluyendo maquetas, remezclas y grabaciones en directo.

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El pasado mes se supo que se había prohibido la emisión por TVE de una serie de anuncios realizados por el cineasta Álex de la Iglesia, por encargo de la cadena de tiendas Fnac. En uno de ellos, dos dependientas discutían sobre si los Red Hot Chili Peppers son un grupo funk o punk; la resultante trifulca entre las damas, con aparatosos derribos de estanterías de discos, hirió la sensibilidad de los supervisores de la publicidad televisiva, que impidieron su difusión.

Más allá de la anécdota sobre los excesos de la corrección política, la historia revela indirectamente que se sabe poco de los orígenes de los Red Hot Chili Peppers, aunque existía un recopilatorio, What hits!?, que cubría esa época. El grupo puede tener la estética visual característica del punk rock californiano, pero sus inicios sonoros están claramente en el funk, la frenética música afroamericana que popularizara James Brown. Aunque el grupo del cantante Anthony Kiedis triunfaría posteriormente con confesiones en forma de baladas como Under the bridge, fue su salvaje adaptación del funk lo que le convirtió tal vez en el grupo más influyente -y más imitado, por encima incluso de Nirvana- de los años noventa. Tendencias tan triunfales como el rap-metal deben su inspiración a la ruptura protagonizada por los Red Hot Chili Peppers. Para su segundo disco, Freakey stiley, los californianos contrataron como productor al más incendiario de los padres del funk, el gran George Clinton, que reforzó su sonido con Maceo Parker y Fred Wesley, músicos forjados bajo la mano de hierro de James Brown. El disco incluía hasta una versión de If you want me to stay, la sinuosa composición de Sly Stone, otro libérrimo pionero del funk.

El grupo adquirió una reputación como banda incontrolable, con provocaciones como fotografiarse desnudos recorriendo el paso de cebra de Abbey Road, el escenario escogido por The Beatles para la portada del último disco que grabaron. Visto lo que ocurrió a continuación, los Red Hot Chili Peppers estaban tentando a los demonios. En 1988, fallecía su guitarrista, Hillel Slovak, por una sobredosis de heroína; las drogas duras determinarían una constante inestabilidad en la formación. Contra todo pronóstico, los Red Hot Chili Peppers aguantaron y en 1989 siguieron insistiendo en hallar la fusión entre funk y rock, la fórmula integradora de razas que buscó infructuosamente Jimi Hendrix. Mother's milk, su último disco para EMI América, se reedita ahora con versiones en directo de dos clásicas hendrixianas, Crosstown traffic y Castles in the sand. El disco contenía su popular adaptación de Higher ground, el éxito de Stevie Wonder. Evidentemente, la pelea que filmó Álex de la Iglesia no tiene excusa: los Red Hot Chili Peppers siempre latieron al ritmo del funk.

El cantante de Red Hot Chili Peppers, Anthony Kiedis, durante un concierto en Buenos Aires en octubre de 2002.
El cantante de Red Hot Chili Peppers, Anthony Kiedis, durante un concierto en Buenos Aires en octubre de 2002.ASSOCIATED PRESS
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