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Renacimiento publica una antología de la poesía española de los últimos 30 años

La editorial sevillana Renacimiento y la cubana Arte y Literatura acaban de publicar la antología El hacha y la rosa. Tres décadas de poesía española. Treinta autores nacidos entre 1940 y 1975 ilustran la riqueza de un género que para muchos es el que representa la literatura en su estado más puro. José Pérez Olivares (Santiago de Cuba, 1949) se ha encargado de la selección y prólogo. El libro recorre un arco completo que incluye a dos veteranos escritores que figuraban ya en la celebérrima antología de 1970 Nueve novísimos poetas españoles (Pere Gimferrer y José María Álvarez) y a un autor tan joven como Martín López-Vega (Llanes, 1975).

Aparte de los tres poetas citados, en la antología figuran Jesús Munárriz, Juan Luis Panero, Víctor Botas, Francisco Bejarano, Antonio Colinas, Miguel d'Ors, Luis Javier Moreno, Fernando Ortiz, Eloy Sánchez Rosillo, Luis Alberto de Cuenca, Ana Rossetti, Javier Salvago, Luis Antonio de Villena, Jon Juaristi, Vicente Tortajada, Abelardo Linares, Andrés Trapiello, José Luis Puerto, Julio Martínez Mesanza, Miguel Mas, Juan Lamillar, Luis García Montero, José Julio Cabanillas, Felipe Benítez Reyes, Carlos Marzal, Amalia Bautista y José Manuel Benítez Ariza.

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Un dicho político que se utilizó mucho en la transición podría servir de referencia a esta antología. 'No están todos los que son; pero sí son todos los que están'. En efecto, los escritores seleccionados cuentan con una obra lo suficientemente notable como para aguantar embates críticos. Con todo, la ausencia de algunos poetas sí que puede levantar polvareda.

'Es una antología hecha para el mercado cubano. Se ha presentado en la Feria de La Habana. Desde 1968, en que se publicó la antología de José Batlló, no se había editado en Cuba ninguna antología de poesía española. La selección responde al criterio de Pérez Olivares', explica Abelardo Linares (Sevilla, 1952), editor de Renacimiento y poeta. Su inclusión en la antología puede despertar recelos en el ambiente literario español por su condición de editor. Sin embargo, Linares tiene ya una obra sólida, refrendada con un premio de tan difícil contestación como el de la Crítica de 1991 con Espejos.

Generación del 27

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La tirada de la antología es de 4.000 ejemplares. 2.000 se venderán en Cuba y los 2.000 restantes, en España. Linares es consciente de que esta antología despertará la ira de muchos críticos y poetas, como ocurrió con la elaborada por José Luis García Martín, editada en 1996 por Renacimiento y La Veleta. 'Las polémicas con la antología de Gerardo Diego en los años treinta fueron muy parecidas. Hubo suplementos que se quejaron de que era amiguista y parcial', explica Linares. 'Lo que marcará la suerte de los poetas es el criterio de los lectores de dentro de 40 o 50 años. En los años veinte, los poetas conocidos y que vendían eran Carrere y Villaespesa, a los que apenas nadie recuerda. Los poetas del 27 editaban en pequeñas tiradas', comenta.

'Mucha gente cree que para ser un buen poeta hay que estar en tal antología y que la historia literaria se hace sobre las antologías, cuando éstas no son más que la pedrea literaria. El primer escándalo vino dado por la antología de Gerardo Diego. La preocupación empezó en esa época, con la creciente importancia de los suplementos y la Universidad. Cuando pasan 50 años estas circunstancias desaparecen', dice el editor. 'Nuestra época da una importancia desmesurada al presente. La fama que da el momento dura muy poco; pero algo dura y se puede estirar', añade.

Linares no valora demasiado la aportación de los novísimos, el grupo de poetas que irrumpió en 1970 con una antología que levantó ampollas. 'Los nueve novísimos son un poco como los ultraístas respecto a la Generación del 27. Cambiaron el aire literario que se respiraba, que hasta entonces había sido muy opresivo. Los novísimos, más que poesía concreta, hicieron una poesía un poco de enfant terrible, algo fatua. No tocaron ninguno de los grandes temas del hombre', concluye Linares.

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