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Dulce Chacón gana el Premio Azorín con la novela 'Cielos de barro'

El galardón está dotado con 10 millones

Dulce Chacón (Zafra, Badajoz, 1954) ganó anoche en Alicante el 24º Premio Azorín de Novela, que otorgan la Diputación de Alicante y la editorial Planeta, dotado con diez millones de pesetas. Y lo hizo con Cielos de barro, una novela que transcurre en un cortijo propiedad de una familia de rancio abolengo en el que la ama, que no tiene descendencia, obliga a una de las criadas a cederle a su hijo. "Todo el aroma de mi infancia está en esa novela", aseguró la escritora, que se presentó bajo el seudónimo Hache y ocultó su obra bajo el título de Testimonio.

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"La novela mezcla ficción con historias reales que me contó mi madre", aseguró anoche Chacón, que explicó tras recibir el premio que la historia narrada transcurre entre 1930 y 1941, con la guerra civil enmedio, en un pueblo sin nombre situado al sur de Extremadura. "Es una mezcla de mi pueblo, Zafra, y el de mi padre, Almendralejo", aseguró la escritora, que cuenta en su haber con tres novelas publicadas por la editorial Plaza y Janés. Con Planeta, promotora del premio, tiene además publicada una biografía de la torera Cristina Sánchez, titulada Matadora. "Es una novela que emociona", dictaminó el jurado, que falló el premio en el transcurso de una cena celebrada en Alicante. Para sus miembros, la obra posee "una técnica muy compleja, porque hay una narración en primera persona, que es un viejo alfarero que cuenta los entresijos de la novela, y un narrador omnisciente, que se ocupa de la psicología de los personajes". Los integrantes del jurado fueron el presidente de la Diputación, Julio de España; la directora de la editorial Planeta, Ymelda Navajo; el ganador del premio en 1999, el alicantino José Luis Vicente Ferris; el premio Planeta, periodista y presentador del espacio Lo + Plus Fernando Schwartz, y los escritores Juan Eslava Galán, Jaime Mas Ferrer y Manuel Cifo González. A lo largo de la velada se reunieron cuatro veces para deliberar e ir eliminando obras hasta quedarse con un ganador.

La obra finalista fue Cuaderno de viaje, presentada bajo el seudónimo de Lucía Lara, una novela que cuenta la historia de un escritor y periodista del Madrid de finales del siglo XIX que tiene que visitar a un tío lejano que vive en un pequeño pueblo andaluz.

Entre los finalistas figuraba un alicantino, Mariano Sánchez Soler, que finalmente no pudo obtener el premio con su obra Matar al padre, en la que aborda el parricidio. Su texto terminó en tercer lugar, derrota que truncó la esperanza de los que esperaban que Sánchez Soler repitiera el éxito alicantino de Ferris el año anterior.

El Premio Azorín es uno de los mejor dotados de España. Pese a ello, el número de originales presentados a la edición de 2000 ha mermado considerablemente respecto a 1999. La cifra de 230 novelas aspirantes del año pasado ha descendido hasta 172 en la presente convocatoria. De ellas, 122 fueron enviadas desde distintos puntos de España, mientras que 16 llegaron de América del Norte, Central y del Sur y tres fueron remitidas desde Europa. Las 31 restantes llegaron sin especificar procedencia.

El Premio Azorín inició su andadura en 1965, y en un principio fue un premio de obras sobre literatura. Es en 1973 cuando se confirmó como premio de novela, pese a que ese primer año quedó desierto, los dos siguientes no se convocó, y vivió una existencia discreta hasta que en 1994 la entrada de Planeta aumentó la dotación a diez millones y comenzó a disfrutar del prestigio del que goza en la actualidad.

El año pasado ganó el premio José Luis Vicente Ferris con su obra Bajarás al reino de la tierra. Era su primera novela. Planeta ha vendido cerca de 25.000 ejemplares de la misma. No es una cifra alta en comparación con lo vendido cuando el galardón ha ido a parar a manos de autores de renombre. Es el caso de Gonzalo Torrente Ballester, ganador en 1994, año en el que Planeta inició su colaboración con el premio, que hasta entonces había sido convocado exclusivamente por la Diputación provincial. En 1998, el Azorín se concedió la cubana afincada en Miami Daína Chaviano. La obra premiada, La hembra y el hambre, no llegó a vender 20.000 ejemplares.

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