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Dos victorias en el Palau

El Barcelona apabulla 104-75 a un Bilbao con la esperanza de resolver su crisis institucional

Robert Álvarez
Jacob Pullen lanza ante Alberto Díaz.
Jacob Pullen lanza ante Alberto Díaz.ALBERTO ESTÉVEZ (EFE)

El Bilbao perdió pero triunfó en el Palau. Su derrota ante un pletórico Barcelona fue amplia e inapelable, sin apenas matices. Pero el mero hecho de competir, de poder ejercer su profesión conforme a lo estipulado por las leyes laborales y las normas de una Liga que se tiene por la más prestigiosa fuera de la NBA o la Euroliga, supuso un pequeño alivio para los jugadores del equipo bilbaíno y también para el baloncesto español en general.

Después de una semana de insomnio, de tensiones y de dudas, los jugadores del Bilbao acabaron desconvocando a última hora la huelga con la que reivindicaban el cobro de lo mucho que les adeudan los gestores del club, incapaces de afrontar sus obligaciones contractuales. Los últimos movimientos accionariales desbloquearon la situación y los jugadores dieron un voto de confianza a los nuevos directivos encargados de enderezar el rumbo de la entidad.

BARCELONA, 104-BILBAO, 75

Barcelona: Marcelinho (18), Navarro (11), Papanikolaou (3), Lorbek (9), Tomic (6) –equipo inicial-; Dorsey (0), Sada (0), Abrines (11), Todorovic (10), Hezonja (6), Lampe (19) y Pullen (11).

Bilbao: Grimau (15), Bertans (4), Mumbrú (12), Markota (0), Gabriel (18) –equipo inicial-; Pilepic (7), Díaz (3), Samb (7) y Vrkic (9)

Parciales: 32-15, 22-22, 33-21 y 17-17.

Árbitros: Jiménez, Castillo y Fernández.

Palau Blaugrana. 3.821 espectadores.

Perdió el Bilbao en el Palau Blaugrana, pero ganó la esperanza de recuperación de la normalidad. Lo necesita el Bilbao y lo necesita con urgencia una Liga en la que varios clubes atraviesan por graves dificultades económicas. Así lo atestigua el pasillo que les hicieron a los jugadores del Bilbao sus compañeros del Madrid a la conclusión del partido la semana anterior en Miribilla, y los aplausos con los que fueron recibidos por el público del Palau Blaugrana.

El encuentro resultó un monólogo del Barcelona, que desplegó un juego sólido y contundente desde el arranque. Nada tiene que ver con aquel equipo de la primera vuelta que la pifió, entre otros lugares, precisamente en Miribilla, en la cancha de un Bilbao que por entonces se debatía en la cola de la clasificación. Esta vez, en un Palau con bastantes sillas vacías, fuera por la lluvia que caía en Barcelona o por las dudas en torno a la celebración del partido hasta un día antes, el equipo de Xavi Pascual se mostró concentrado, eficaz, contundente.

Marcelinho se distinguió como el principal ejecutor de los azulgrana con penetraciones constantes que rompieron la frágil defensa de un Bilbao debilitado por las ausencias de los lesionados Raúl López y Hervelle, y la de Kavaliauskas, el pívot lituano que dada la situación de incertidumbre e impago optó por regresar a su país. El Barcelona refrendó la exponencial mejora de su juego de conjunto y también la recuperación de varios jugadores de los que se dudó muchísimo por su escasa aportación en los inicios del campeonato. Lampe es el máximo exponente. Su rendimiento ha cambiado como de la noche al día, siguiendo la estela de Pullen. Junto a ellos, varios jugadores jóvenes, caso de Hezonja y Todorovic, han empezado a aportar y a ganarse minutos de juego, y más en partidos como el del Bilbao en el que, ya antes del descanso, el Barcelona dominaba por más de 20 puntos.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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