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Columna
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La Bardem

Unas 1.500 personas esperaron en secreto en el Circo Price de Madrid a la actriz para rendirle un homenaje sorpresa de cariño y admiración

Es tan poco frecuente que en España hagamos homenajes espontáneos a figuras en activo que el recibido hace unos días por la actriz Pilar Bardem no ha dejado de ser noticia. Unas 1.500 personas la esperaron en secreto en el Circo Price de Madrid para rendirle un homenaje sorpresa de cariño y admiración.

Hace ahora 15 años que Pilar Bardem viene presidiendo la sociedad AISGE, que regenta los derechos de propiedad intelectual de los actores, dobladores, bailarines y directores de escena y desde la que, entre otras actividades, se ayuda a cuantos se encuentran en dificultades. La gestión de Bardem frente a AISGE ha sido aplaudida unánimemente, como quedó de manifiesto en la velada sorpresa del Price en que se la homenajeó por su vigor y su combatividad. Ella asegura: "Las autoridades nos prefieren dóciles, manejables y poco formados. Les dan miedo los ciudadanos con sentimiento crítico, los discrepantes, los transgresores, los independientes. Anhelan pastorear conciencias adormecidas. Les gustamos más en el plano ovino que en el rabiosamente humano”. En respuesta Pilar reacciona en contra, hasta haber logrado convertir el apellido Bardem nada menos que en una marca: "Todo lo malo que ocurre en el país es culpa de los Bardem. Lo llevamos en el apellido, un apellido que yo llevo con orgullo. Y mis tres hijos, pues también”.

Un ejemplo de ello fue cuando en 2012 el entonces alcalde de Sevilla Juan Ignacio Zoilo y actual ministro del Interior retiró su nombre de una calle de la ciudad. La razón oficial fue que así lo había pedido la hermandad de Santa Genoveva, responsable de que la calle pasara a llamarse Nuestra Señora de las Mercedes en lugar de Pilar Bardem, “que había nacido en Sevilla por casualidad”. Aunque para entonces el alcalde ya lo había anunciado durante su campaña electoral. A la Bardem, ni agua.

A esto ella replica con la rotundidad que la caracteriza: “Hay mandatarios que ni saben de revoluciones ni gustan de dar agua al sediento. No tienen más que pensar en un siniestro ministro del Interior que, no conforme con promulgar ese bochorno para nuestra democracia que es la Ley Mordaza, insulta a los defensores de los inmigrantes, afila las cuchillas de las concertinas en las vallas de la vergüenza, rivaliza en homofobia con la carcundia más apolillada de este país y ocupa lugar privilegiado en las misas multitudinarias que organizan sus amigos y correligionarios de fanatismo integrista”.

Con tonterías a Pilar Bardem...

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