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Arnal y Bagès, un alarde de sentimiento

El dúo desliza su defensa de la cultura libre y la tradición popular en un disco sobre memoria y desmemoria

Lucía Lijtmaer
Maria Arnal y Marcel Bagés, el pasado abril en el Teatro Apolo de Barcelona.
Maria Arnal y Marcel Bagés, el pasado abril en el Teatro Apolo de Barcelona.Cesc Maymó

Cuenta la leyenda que en el disco de oro enviado al espacio por Carl Sagan en la sonda Voyager están los latidos del corazón de Ann Druyan, la directora creativa del proyecto, de la que Sagan se enamoró mientras preparaban la grabación con las imágenes y canciones de la tierra que enviarían al infinito. Esta podría bien ser la base de ‘Tú qué vienes a rondarme’, el primer single del álbum debut de Maria Arnal y Marcel Bagés, 45 cerebros y 1 corazón, que incluye un sample de la sonda espacial, junto a una canción íntima y amorosa que habla de periferias, estrellas antiguas y jazmines. Pero no es únicamente eso: la canción fue compuesta tras leer la noticia del levantamiento de una fosa de la Guerra Civil en La Pedraja de Burgos. De ahí, también, surge este disco y su título, que apela al hallazgo de los restos mortales.

Maria Arnal y Marcel Bagés han realizado un recorrido cuidadoso, tierno y comprometido para llegar hasta aquí. El dúo pasó primero por los EPS en catalán, Remescles, Acoples i Melismes y Verbena, que en cuatro y cinco canciones respectivamente recuperaba las músicas de tradición oral de la Península, en un alarde de intencionalidad clara, que continúa en este trabajo: la memoria como espacio y bien común, lleno de fuerza y de ternura.

Arnal y Bagés se han forjado en la noción de lo público y lo común, y eso se traslada a su obra musical

Arnal y Bagés se han forjado en la noción de lo público y lo común, y eso se traslada a su obra musical. Miembros de Compartir Dona Gustet, un colectivo instalado en Barcelona, forman parte de un ecosistema que se articuló antes y durante el movimiento del 15-M y que ha ido dejando sus frutos en una serie de trabajos sobre todo teatrales, fílmicos y musicales que invitan a cuestionar el statu quo y apostar por la idea de tradición y remezcla, también en cultura. El dúo, que reivindica la cultura de calle, la tradición popular y la cultura libre, llega ahora con 45 cerebros y 1 corazón a la cristalización de una práctica musical constante desde los últimos ocho años, y que incide en el rescate de grabaciones de campo, archivos digitalizados y fonotecas de la península Ibérica.

Y es en el disco donde se precipitan todas las ideas con un hilo conductor: memoria y su reverso, la desmemoria, la tradición y su futuro. Apelando a músicas sencillas y cotidianas, enriquecidas por el carismático artista Filastine —cuya trayectoria tanto en amalgama musical como en activismo videográfico excede el espacio de este artículo—, la voz de Arnal canta desde lo íntimo a partir de temas como ‘La gent’ (adaptación de un mítico poema de Joan Brossa) o la magnética pieza ‘Desmemoria’.

45 cerebros y 1 corazón es un alarde de claridad musical y sentimiento que se desgrana poco a poco, como su trayectoria, dando a entender, independientemente de modas y reconocimientos —que, sin duda, llegarán dada la fortaleza de su trabajo—, la seriedad de una propuesta que está basada en la promesa de un futuro mejor, más puro, más hermanado y más consciente. Parecería inocente si no fueran tan en serio.

Maria Arnal y Marcel Bagés. 45 cerebros y un corazón. Fina Estampa

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Sobre la firma

Lucía Lijtmaer
Escritora y crítica cultural. Es autora de la crónica híbrida 'Casi nada que ponerte'; el ensayo 'Ofendiditos. Sobre la criminalización de la protesta' y la novela 'Cauterio', traducida al inglés, francés, alemán e italiano. Codirige junto con Isa Calderón el podcast cultural 'Deforme Semanal', merecedor de dos Premios Ondas.

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