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El fin del trienio negro en RTVE

La falta de independencia informativa, la caída de audiencia y los contratos con productoras marcan la etapa de Sánchez

Rosario G. Gómez
El presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, en una comparecencia parlamentaria.
El presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, en una comparecencia parlamentaria.Uly Martín

El mandato de José Antonio Sánchez al frente de RTVE se acerca a su fin. La reforma de la ley que regula el nombramiento del presidente de la radiotelevisión estatal se debate esta semana en el Congreso. Su sucesor será nombrado por una mayoría de dos tercios de los diputados, lo que obligará a los grupos parlamentarios a pactar el nombre del candidato.

Sánchez tiene en su currículo haber sido elegido doblemente por el PP para dirigir el ente público: en 2002, con José María Aznar en el Gobierno, y en 2014, con Mariano Rajoy. Entre un periodo y otro, prestó servicio como máximo responsable de Telemadrid, avalado por Esperanza Aguirre.

Su etapa en la corporación estatal está marcada llevar a TVE a las cotas de audiencia más bajas de su historia. Además, los informativos han adolecido de falta de pluralismo e independencia y la polémica ha salpicado los contratos con las productoras privadas, que han asumido prácticamente todos los formatos de entretenimiento. TVE no ha sabido tampoco adaptarse a los nuevos consumos digitales y la gestión económica se ha saldado con déficit.

El canal estrella (TVE-1) cerró 2015 con una audiencia media del 9,8%. Nunca antes había estado por debajo de la barrera del 10%. TVE se benefició de la herencia recibida gracias a producciones de larga trayectoria y contrastado éxito, como Cuéntame cómo pasó o Águila Roja, pero no apostó por formatos innovadores. Prueba de la ausencia de ideas es que TVE rescatará, 16 años después de su estreno, Operación Triunfo.

Además de la falta de propuestas que engancharan al público, el recorte presupuestario de más de 200 millones de euros aplicado por el PP, ha contribuido al desplome de la audiencia. En apenas un lustro TVE-1 ha perdido el 50% de su público, una caída de la que se han beneficiado sus principales competidores, Antena 3 y Telecinco, que han visto crecer su cuota de pantalla. El canal público ha cedido, asimismo, la primacía de los informativos, considerados la joya de la corona, aunque en los últimos meses sus registros han mejorado. El pasado abril, sumando la audiencia de los telediarios durante su emisión simultánea en TVE-1 y el canal 24 Horas, la corporación ha recuperado el liderazgo.

Los informativos han sido un permanente foco de polémica en el trienio de Sánchez. El presidente defendió el jueves en el Senado que la información de TVE es “permanente, rigurosa y plural”, negó que se censuren noticias e insistió en que los políticos no interfieren en la contratación de periodistas. Respondía así al auto del juez Eloy Velasco en el que se afirma que el expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, encarcelado por la operación Lezo, “habría colocado a una periodista de su confianza en RTVE para que defendiese su imagen o intereses”.

Los trabajadores de los servicios informativos consideran inadmisible que “el buen nombre de la televisión pública se mezcle presuntamente con una operación contra una ‘organización criminal”. El portavoz socialista en la comisión de control parlamentario, José Miguel Camacho, ha reclamado la apertura de una investigación para saber quién ordenó tal fichaje.

La contratación de periodistas en puestos clave ha llevado a los trabajadores de Torrespaña a denunciar una “redacción paralela” donde los redactores de plantilla son sustituido por otros eventuales. El pasado febrero, el Consejo de Informativos de TVE presentó en el Congreso un escrito firmados por 2.225 trabajadores en el que reclaman la adopción de medidas para garantizar la independencia de sus profesionales.

Un salario de 197.000 euros

El presidente de RTVE es uno de los cargos públicos mejor pagados. Su salario es más elevado incluso que el del presidente del Gobierno. José Antonio Sánchez cobró el año pasado un total de 197.124 euros, según explicó la semana pasada en el Senado, donde detalló que el sueldo base es de 105.000 euros, al que se suma un complemento de puesto (38.178 euros) y otro variable cuyo tope máximo es de 54.815.

La reforma de la ley facilitará el relevo de Sánchez y también el de todos los miembros del consejo de administración. En algunos casos el mandato (de seis años) expiró a principios de 2013. El nuevo articulado prevé la designación de 12 consejeros frente a los nueve actuales.

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