_
_
_
_
_

En un parpadeo

Una 'performance' expositiva con el cuerpo y el tiempo como protagonistas explora las interconexiones en la cultura contemporánea

'Hello it's me', obra de Pepo Salazar en la muestra 'Transmissions fron the Etherspace.
'Hello it's me', obra de Pepo Salazar en la muestra 'Transmissions fron the Etherspace.

Hay un librito de Jussi Parikka titulado A Slow. Contemporary Violence: Damaged Environments of Technological Culture, editado en octubre por Sternberg Press, que describe un mundo compuesto de muchas velocidades superpuestas y distintos ritmos simultáneos. Habla de lentitud en lugar de aceleración, de un horizonte temporal donde pensar otra idea de conexión. Parikka es uno de los teóricos que más se han adentrado en las zonas oscuras de la cultura en red y que con mayor tino han mirado lo que está fuera de lugar, los medios obsoletos y la tecnología que no deslumbra. La condición contemporánea.

El libro asoma de la mochila del comisario João Laia mientras recorre la muestra que ha ideado en La Casa Encendida, Transmission from the Etherspace, una suerte de trilogía que empezó en 2015 en Chiado con Hybridize or Disappear y en 2016 con Hyperconnected en Moscú. Las relaciones entre estructuras sociales, tecnología y representación están en la base de muchos de sus proyectos, aunque aquí el cuerpo y el tiempo cogen protagonismo. Por eso es una exposición performática o una performance expositiva. Les puede sonar raro pero no lo es. Hace tiempo que salimos de la exposición al uso para entrar en otro espacio desde el que pensar el arte contemporáneo. El ritmo lo marcan tres performances: Présage, de Hicham Berrada y Laurent Durupt, el pasado jueves; Corposing, de Eddie Peake, que tuvo lugar ayer, y la que hoy ocupa el patio de La Casa Encendida, Living Metals, de Joana Escoval y Robin Watkins.

Todos ellos, así como los artistas que presentan obras en formato escultura, vídeo, pintura e instalaciones, trasladan una experiencia muy física al espectador y convierten las salas en una especie de interfaz poliédrica en la que el deseo, identidad, sexo, anhelo, ansiedad y dependencia hablan de nuestras rutinas diarias. Ahí está la atemporalidad en bucle del cineasta Emily Wardill, donde realidad y ficción se mezclan y se confunden; el trabajo de Andrew Norman Wilson, sobre los sistemas, las personas y los procesos subyacentes a la cultura digital: la ambigüedad de los objetos de Nina Beier, o la columna de calor a base de placas de vitrocerámica y los susurros antidepresivos robados de YouTube de Pepo Salazar.

Transmissions from the Etherspace. La Casa Encendida. Madrid. Hasta el 28 de mayo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_