Creación en banda
Muy pocas clases de arte son ya obras individuales. En general, la tendencia es crear en grupo. Los descubrimientos científicos son resultado e investigadores en equipo y hay ocasiones que tanto en Nature o Science los autores de la innovación se encuentran a distancia y se cuentan por decenas. Igualmente sucede con el diseño de coches, de mobiliarios o de arquitecturas. No digamos ya de los montajes de teatro, las producciones de cine o de series, los conciertos de música o los videojuegos.
El grupo, y cuanto más heterogéneo mejor, es quien escarba en la complejidad y quien genera resultados acordes. De hecho, el mejor modelo de gestión empresarial se compone sexos, culturas y creyentes distintos. Por muy grande que sea la cabeza de Amancio Ortega, por poner un ejemplo, nunca cabrá en su aforo la creciente suma de factores que le permiten crear miles de modelos y miles de millones de euros.
La empresa es multípara, ingeniosa y artística o no irá bien. La clave del éxito es acertar no por azar sino tras un big data procesado por cabezas despiertas y bien peinadas.
¿Qué pasa, sin embargo con la novela, la poesía o la pintura? Raramente sus obras son, hoy, resultado de un dúo o un trío? Pero, ¿por qué habría de ser incomparable un guion a una novela? De la misma manera que para lograr una buena serie de televisión o un concierto espectacular es indispensable la colaboración de numerosos profesionales que aporten un surtido de perspectivas, a la novela le correspondería otro tanto para ser rica. ¿O es que por magia un solo autor está imbuido de la personalidad de varios y trata asuntos, profesiones y pasiones sin cuento (con cuento) a través de su texto? ¿Por qué tantos novelistas escriben novela negra sin haber pasado jamás al lado de un asesino? ¿Imaginación? Ficción de la ficción. Pero la imaginación -como se creía- no toma el poder. Ahora es la di-versión.
Se acierta, en fin, no por tener un buen ojo sino por disponer, a la vez, de otros ojos. Entonces, ¿ la novela de un solo escritor tiene los días contados si se cuenta la ascendente intervención de editores, publicitarios e incluso libreros? No tanto. Probablemente, siempre existirá lo indie pero será cosa de no muchas pieles rojas. ¿Y la poesía? ¿Y la pintura?
De la pintura hay poco que decir. Un cuadro invita, casi siempre, a pintar otro encima o a su costado, muchas miradas con sus pinceles actuando. ¿Y la poesía? La poesía es indie por definición. No hay nada tan independiente y de tú a tú. Pero será, también, por el momento. Lo dominante será, en el futuro inmediato, grupo, conversación, cooperación, intersección.
