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Algo de amor, parejas de cháchara y mucho alcohol

El coreano Hong Sangsoo ganó la Concha a la mejor dirección en el pasado festival de San Sebastián con 'Lo tuyo y tú'

Gregorio Belinchón
Hong Sangsoo, en un rodaje.
Hong Sangsoo, en un rodaje.

Uno pone en pantalla a parejas hablando de amor, algún escarceo verbal sentimental y buenas dosis de alcohol que trasiegan los protagonistas como si no hubiera un mañana, y no hace falta más: en la pantalla hay una película del coreano Hong Sangsoo (Seúl, 1960). Habitual de los festivales, sus últimos filmes hablan de un creador en estado de gracia. Si con Ahora sí, antes no ganó en Locarno en 2015, con Lo tuyo y tú logró la Concha a la mejor dirección en el pasado San Sebastián, con On the Beach at Night Alone se llevó hace tres meses en la Berlinale el Oso de Plata a la mejor actriz para Kim Min-hee, y ahora estará en Cannes con La caméra de Claire, rodada hace justo un año durante el festival francés con Isabelle Huppert [tras publicarse este artículo se anunció que La caméra de Claire se vería en una Sesión Especial, y que el coreano competiría con su últimísimo trabajo, The Day After]. Tan prolífico como galardonado, y jugando habitualmente con los mismos elementos, a los que somete en variaciones divertidas e infinitas.

En el certamen de San Sebastián, donde tuvo lugar esta entrevista, Hong fuma y disfruta de las alabanzas de la prensa. Él sonríe, enciende otro cigarrillo. Y decide rebajar la laudatoria con su inglés de timbre profundo: "Mi método de trabajo no tiene nada de especial. Me levanto pronto, escribo el guion porque ya sé a qué localizaciones vamos a ir y se lo doy a los actores. Lo memorizan en dos horas y rodamos". Y así día tras día, con lo que la historia va creciendo según se filma. Sobre la importancia del alcohol en su cine, no tiene una respuesta clara: "No sé, puede que porque yo mismo bebo a menudo. Para mis películas uso el material de mi vida [como deja clarísimo On the Beach at Night Alone], lo que me rodea".

En Lo tuyo y tú, el cineasta vuelve a las dobles vidas y las dobles personalidades, a las mentiras como sustrato de relaciones sentimentales. "Me gustan las estructuras dobles, porque sirven para mostrar cómo de un mismo hecho siempre existen dos versiones, los recuerdos que tienen sus protagonistas. Aunque en este caso puede que sea la primera vez que ahonde en una doble alma. Me interesa mucho que la gente entienda que no me atrae eso de sentar cátedra, que no existe una verdad autoconclusiva, y sí en diversas opiniones y opciones. Incluso el espectador puede inventarse su propia historia. Y desde luego si hay un sentimiento que permite muchas interpretaciones y preguntas es el amor. Cuando te enamoras al principio no analizas a la otra persona. Sencillamente te enamoras. Después llegan las preguntas, el conocimiento del otro, y te cuestionas cuánto sabes de la otra persona. En realidad, el interrogante debería de ser: ¿cuánto necesitas conocer de otra persona tras enamorarte?".

"Me levanto pronto, escribo el guion porque ya sé a qué localizaciones vamos a ir y se lo doy a los actores. Lo memorizan en dos horas y rodamos"

En ese abandonar en manos del público algunas decisiones, el personaje femenino vive entre el ser y el interpretar para que el espectador sea quien escoja su verdad. "Yo pongo ahí delante los elementos. Desde luego, yo soy el creador, el artista que manipula el inicio. Pero mi compromiso es no crear declaraciones rotundas e inamovibles, sino apostar por la libertad. Por ejemplo, escribo muy de mañana porque es cuando más creativo y libre soy. Sobran categorizaciones en el cine actual". Sí reconoce que aunque este estallido de la escritura y del rodaje solo dure dos, a lo sumo, tres semanas, en su mesa de trabajo desde un año antes están dando vueltas diversos elementos que tendrán que ver con la trama. "No sé si me estoy explicando bien". Sí. "Es que a veces tengo miedo de perderme en el inglés".

Si de algo está contento Hong Sangsoo es de la libertad creativa que ha ganado con los años. "Ruedo con un equipo de no más de 10 personas, no necesito mucho dinero. Me ha costado poder independizarme de las compañías productores": ¿Y no cree que en esta manera de enfocar el amor y las parejas su cine se hace cada vez más cercano al gusto de los espectadores occidentales? "Nunca pienso en el público, ni en el coreano ni mucho menos en el occidental. Eso si, una vez acabada la película, me pica la curiosidad sobre lo que piensa quien la ve. Sin embargo, cada espectador está en un momento de su vida y por tanto una película le provocará distintos sentimientos. Sospecho que mis películas también cuentan cómo me siento yo". ¿Y cómo se siente ahora? "Enamorado, ¿no se nota?".

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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