El padre que nunca tuvo

El director francés Philippe Lioret lleva un tiempo hablando de padres divorciados e hijos que crecen buscando cariño, de las culpabilidades que sienten en su interior los progenitores ausentes, como se podía ver en su estupenda Welcome. No solo ha hablado de ese tema en su cine, cierto, y ahí están otras películas suyas como El extraño, Je vais bien, ne t'en fais pas, Mademoiselle o Toutes nos envies, pero en esa relación familiar Lioret es donde encuentra su mejor material y así lo confirma El hijo de Jean, la película que estrena en España el próximo viernes, y en la que continúa esa senda.

Mathieu nunca ha conocido a su padre. Su madre le habló de un amor de una noche, y poco más. Hasta que un buen día una llamada desde Montreal le aclara, primero, el nombre de su progenitor (Jean), y, segundo, que acaba de fallecer. Así que Mathieu viaja hasta Canadá para conocer a sus dos hermanos guiado por el mejor amigo de su padre, Pierre, quien le pide que no desvele su secreto a su recién estrenada familia. Lo mejor de este drama es la construcción de la relación ehtre Mathieu (Pierre Deladonchamps, descubierto en España con El desconocido del lago) y Pierre (Gabriel Arcand, el hermano actor del gran cineasta canadiense Denys Arcand), el único que podrá resolver todas las dudas que mortifican al protagonista. Y aquí podemos verlo en una secuencia en la que visitan, para buscar el cadñaver del padre fallecido, el lago al que iban a pescar los dos amigos canadienses.