Mark Eitzel: Seductora sensibilidad
El disco del músico estadounidense recibe una calificación de 8 sobre 10
El comienzo del nuevo álbum de Mark Eitzel da falsas pistas acerca de lo que llegará a continuación. The Last Ten Years es una canción de sonido optimista, se podría decir que un esfuerzo por parte del autor para aproximarse al pop. Es una composición contagiosa, perfumada por un aire californiano que procede de la guitarra de Bernard Butler. Eitzel tampoco pretende engañar a nadie ni pasar por lo que no es. “Nunca he estado en el infierno, pero tienen mi teléfono”, dice en esa misma letra, abriendo así las puertas a otro de esos álbumes en los que las confesiones más íntimas y las dudas más lacerantes marcan el curso a seguir. No nos engañemos, Mark sigue siendo el mismo. Maleado por la experiencia, dispuesto esta vez a ponerse en manos de un músico que le dé otra sonoridad a estas nuevas canciones.
Artista: Mark Eitzel
Disco: Hey Mr Ferryman
Sello: Merge / Popstock!
Calificación: 8 sobre 10.
Butler es algo así como el Johnny Marr de la década de 1990. Un guitarrista con un fino gusto musical que, tras abandonar Suede en 1994 prefirió trabajar para otros artistas más que en su propia música. Ben Watt y Edwyn Collins son algunos de los nombres que se han dejado arropar por su gusto impecable. Los arreglos de cuerda y los coros realzan canciones que de otro modo hubiesen sido sutiles (y maravillosas) declaraciones de confusión hechas con una guitarra acústica, quizá con algún momento de rock eléctrico. Las baladas que van surgiendo a lo largo del álbum están vestidas con arreglos que las llevan a otro nivel sonoro. Con Butler, la sensibilidad de Eitzel ha encontrado un aliado perfecto.
Hay quien se empeña en llamar al líder American Music Club –el grupo con el que se dio a conocer- el heredero de Leonard Cohen, pero resultaría mucho más útil señalar que se trata de uno de los mejores compositores que ha dado la música americana en las últimas décadas. No juega en primera división como algunos de sus coetáneos pero su obra ahí está; no es poca y casi nunca baja del notable. Sus inquietudes se reflejan también a través de una voz que transmite sin ningún esfuerzo lo que se fragua en lo más profundo del artista. Compararle con Cohen solo porque ambos sienten el peso de la existencia con desazón resulta algo ocioso.
Eitzel ha comentado que el hecho de escribir para el teatro le ha ayudado a ajustar el foco cuando escribe para sus últimos álbumes. En Hey Mr Ferryman autor y productor generan una seductora química. Baladas y tiempos medios intentando salir de esa zona en la que Eitzel se mueve como pez en el agua. La caja de ritmos de An Angel’s Wing Brushed The Penny Slots introduciendo un ritmo de bossa; The Road una balada rock irrumpiendo entre una aplastante mayoría de composiciones intimistas. El californiano sabe que se le da muy bien construir canciones solamente con guitarra y voz, así que esta vez el objetivo era otro. Solo con escuchar Just Because sabemos que lo alcanzado con éxito.
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