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Un soplo de frescura

El guitarrista Antonio Bravo y el zanfonista Germán Díaz rescatan canciones que hicieron fortuna durante los años de la I Guerra Mundial.

La alianza entre el guitarrista Antonio Bravo y el zanfonista Germán Díaz es un soplo de frescura. Solo a ellos podía ocurrírseles esta zambullida en la biblioteca universitaria de cilindros de cera de Santa Bárbara (California) para rescatar canciones que hicieron fortuna durante los años de la I Guerra Mundial. El tándem ofrece breves pasajes originales que les sirven como carburante para sus propios desarrollos, en los que es imposible discernir si prima el componente jazzístico de Bravo o el folclórico del sobrino del ilustre Joaquín Díaz, que además aporta cacharros como la “caja de música programable”. Todo puede parecer marciano y, en la mejor de las acepciones posibles, lo es: nadie había desempolvado melodías tan añejas para insuflarles tanta vida. Y tan palpitante.

Brigada Bravo & Díaz. Músicas populares de la Gran Guerra. Producciones Efímeras

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