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Un hombre interrumpe una obra de Emilio Aragón en el Auditorio y lanza un móvil a la orquesta

El espontáneo de 64 años fue reducido y esposado por la policía y el concierto, que interpretaban músicos discapacitados, tuvo que detenerse una hora

Jesús Ruiz Mantilla
Músicos ensayando para el proyecto 'Mosaico de sonidos'.
Músicos ensayando para el proyecto 'Mosaico de sonidos'.Elena Jerez

El Auditorio Nacional de Madrid anda caldeado. Y a causa de los móviles. Un hombre arrojó un teléfono ayer a los músicos de la Orquesta de la Comunidad de Madrid (ORCAM). Lo hizo tras interrumpir una obra de Emilio Aragón, dirigida por el mismo, titulada La flor más grande del mundo, basada en un cuento de José Saramago e interpretada por algunos solistas con discapacidad, al grito de: “¡Esto es una mierda!”.

Hace un mes, el director William Christie detuvo El Mesías, de Haendel a causa de un móvil que no paraba de sonar. Esta vez, la situación fue distinta. Bastante violenta, según relatan Víctor Pablo Pérez, director titular de la Orquesta de la Comunidad de Madrid, que continuó al frente del concierto, el pianista Javier Perianes, que interpretó después el concierto de Eduard Grieg y Antonio Moral, responsable del Centro Nacional de Difusión Musical, presente entre el público del espectáculo.

Fue cuando pudieron reducir a este hombre, de 64 años, que daba muestras, según varios testigos, de andar bebido  y muy alterado. Al principio intentó interrumpir con insultos la pieza de Emilio Aragón. “¡Yo no he venido a escuchar una obra de Milikito!”, decía. "¡No me gusta Milikito!". Cuando terminó y le llamaron la atención, cogió el móvil de la jefa de sala del Auditorio Nacional, Elena Acevedo, y se lo tiró a los músicos de la ORCAM, que andaban en escena mezclados con los interpretes discapacitados.

“Continuamos el concierto con mal cuerpo”, relata el pianista Javier Perianes 

La diana fue una violinista, a la que alcanzó en una pierna. No le pareció suficiente. Al acercarse un miembro del equipo de seguridad, le quitó la porra y también se la arrojó a los músicos, que inmediatamente se pusieron a cubierto y abandonaron el escenario. Tuvo que ser la Policía Nacional la que le redujera, le esposara y se lo llevara detenido sin que dejaran de sufrir agresiones, golpes y mordiscos por su parte. El alborotador se enfrenta a penas de entre 6 y tres años de cárcel por desorden público y lesiones en un juicio rápido que tendrá lugar mañana jueves.

“Continuamos el concierto con mal cuerpo”, relata Perianes a EL PAÍS. Fue tras una hora de parón, hasta que todo volvió a su cauce. En el programa estaba el concierto de Grieg y la Novena Sinfonía de Schubert, apodada La grande. La cita tenía que ver con el programa Mosaicos. “Es una iniciativa que hemos puesto en marcha 23 orquestas de todo el país”, cuenta Víctor Pablo. Lo han hecho junto a la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas (AEOS), la Fundación BBVA y la organización Plena Inclusión. “Interpretamos con músicos que padecen alguna discapacidad esta obra de Emilio Aragón”, añade el director. “Me da rabia pensar que se fueran con mal sabor de boca después de tantos meses de ilusión y ensayos”.

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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