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Columna
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Laissez passer

Si Trump mantiene sus amenazas, los documentales sobre La Bestia pueden ser extraordinarios

Juan Jesús Aznárez

Si Donald Trump levanta el muro fronterizo contra los ilegales, México puede responder trasformando La Bestia, el insalubre tren de los emigrantes centroamericanos, en una estrella de televisión: en un confortable convoy con azafatas, canapés y destino final en Tijuana, Ciudad Juárez y Matamoros, a los pies del muro estadounidense. La policía mexicana controlaría que los cientos de miles de indocumentados que se agolpen para treparlo lo hagan civilizadamente, sin atropellarse, respetando los turnos.

Televisa, CNN y FOX harían bien en montar guardia junto a los railes ante la eventualidad de una avalancha humana parecida a la del Mariel, promovida por Fidel Castro en 1980 para mortificar a Jimmy Carter. Las filmaciones sobre el paso el ´La Bestia´ por territorio mexicano rumbo a la divisoria son un clásico pero ninguna había coincidido con una intimidación norteamericano tan tajante.

En Portada emitió un reportaje para mostrar la generosidad de un grupo de mujeres llamado 'Las Patronas', que desde hace dos décadas entregan agua y bolsas de comida a desplazados de El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y México. Casi medio millón han abordado anualmente ese transporte de mercancías y se han sucedido los programas que documentan las muertes, amputaciones, violaciones y secuestros durante su recorrido.

Salvo la abnegación de las patronas, nada nuevo en el reportaje de TVE, pero si Trump mantiene sus amenazas, los documentales sobre La Bestia pueden ser extraordinarios. México puede optar por el cierre de las comisarías migratorias, levantar las medidas coercitivas contra los ilegales e ir a silbar a la vía, mientras las peonadas de La Bestia posan para las grandes cadenas junto a la barrera con guirnaldas y mariachis, a lo largo de los 3.185 kilómetros de frontera común.

Probablemente el muro ha sido un cebo electoral, y se salte a la pata coja, pero si llegan los volquetes, a México siempre le quedará la política del laissez passer en directo hasta el vaciado de Centroamérica.

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