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TEATRO

Un obús en la memoria de la guerra del Líbano

El actor Hovik Keuchkerian pone voz al texto de Wajdi Mouawad sobre el desarraigo, el horror y los recuerdos del conflicto bélico

Rocío García
Hovik Keucherian, en un ensayo de 'Un obús en el corazón'.
Hovik Keucherian, en un ensayo de 'Un obús en el corazón'.Víctor Sainz

Cuando esa noche heladora y oscura suena el teléfono y oye la voz de su hermano que le dice: ‘Ven deprisa’, no sabe bien porqué se le agolpan los recuerdos del calor, de la infancia feliz, de la belleza de su madre. Se inicia entonces un viaje hacia los recuerdos y la memoria de una guerra cruel, aquella que le arrebató de su tierra soñada.

El dramaturgo libanés afincado en Canadá, Wajdi Mouawad, puso en palabras, en un hermoso y desgarrador relato, las consecuencias de la guerra cruel que siempre le ha perseguido. Un obús en el corazón, en la voz y el alma del actor Hovik Keuchkerian, narra ese viaje solitario y amargo en busca de un pasado luminoso y feliz y de los porqués de su desaparición. “Más allá de la guerra y la enfermedad, Un obús en el corazón te enfrenta a todos aquellos momentos en la vida de cualquiera en los que te ves obligado a encarar el miedo para crecer y reconocerte”, asegura Keuchkerian, poeta y dos veces campeón de boxeo que se estrena en el teatro con este monólogo, que dirige Santiago Sánchez. Tras unos esporádicos montajes hace un par de años, la obra se representa ahora en la Sala Negra de los Teatros del Canal de Madrid del 9 al 29 de enero, con un aforo de 156 butacas que abrazan el escenario.

El texto, que tenía guardado Santiago Sánchez desde hace años en el cajón, no podía haber encontrado mejor protagonista que este actor de 44 años, candidato al Goya al mejor actor secundario por Alacrán enamorado y que tiene ahora en cartel la película Assassin's Creed, de Justin Kurzel. De padre armenio y madre navarra, Keuchkerian nació, como el propio Mouawad en Beirut. Salió del Libano el mismo año, 1975, en que lo hizo la familia del dramaturgo. A los dos niños, Keuchkerian, con tres años, y Mouawad, con 8, la guerra les arrancó para siempre de su país. “Para mí no es solo un montaje teatral. Me toca una experiencia muy personal de la que yo solo tenía fogonazos en mi memoria, pero que ahora estoy reviviendo con todo el desgarro. Es un monólogo que, noche a noche, te va dejando heridas en el alma. Cada verso, cada frase te golpea y resuena en una parte de tu memoria. Vivo con dolor cada una de las palabras de Mouawad”, explica el actor.

Un obús en el corazón arrastra la dolorosa experiencia del propio Mouawad que, siendo niño, fue testigo del ametrallamiento y posterior incendio de un autobús repleto de refugiados palestinos por parte de las milicias cristianas. Toda su obra ha girado en torno a aquel dramático suceso que le marcó para siempre. Autor de Incendios, Mouawad utiliza la poesía para poner en palabras la amargura y la crueldad de la guerra. Una obra que trata de dar respuesta a una frase que le persigue desde entonces: “Después de eso, ¿cómo se puede vivir?”.

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