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Salvador Giner: “Mucha gente cree en la ciencia de una forma religiosa”

El sociólogo aboga en su último ensayo por un "humanismo laico" frente a los religiosos y ateos radicales

Antonio Pita

"Es un libro laicista. Laicista y republicano, pero sin ira". Salvador Giner (Barcelona, 1934), uno de los máximos referentes de la sociología en España, apenas ha descolgado el teléfono y ya siente la necesidad de subrayar la ideología que vertebra su último ensayo, El porvenir de la religión (Herder). Quizás porque la tesis del breve texto suena a priori poco laicista: el mundo será cada vez más secular, pero el fin de las religiones augurado por Marx, Freud o Schopenhauer es una quimera, un pensamiento basado en el desconocimiento del ser humano. "El más primitivo homo sapiens fue también homo religiosus", escribe en el proemio. Frente a lo que denomina el "fundamentalismo religioso" y el "ateísmo militante", Giner aboga a lo largo del libro por un "humanismo laico" que respete la fe ajena sin renunciar al análisis racional de la realidad. Es su conclusión tras siete décadas de vida en las que ha sido profesor en las universidades británicas de Cambridge, Reading, Lancaster y West London, catedrático en la de Barcelona y presidente del Institut d'Estudis Catalans, puesto que abandonó en 2013.

El sociólogo catalán Salvador Giner, en su casa.
El sociólogo catalán Salvador Giner, en su casa. Joan Sánchez (EL PAÍS)

"Desde el Paleolítico Inferior ha habido oración o reverencia, fuerzas sobrenaturales o magia. La religión es parte de la naturaleza humana y no tenemos que suponer que va a cambiar la naturaleza humana. No hay ninguna prueba o señal seria de que deje de haber religión", afirma el autor de obras como Historia del pensamiento social, Sociología o Sociedad masa. Giner considera que los pensadores ateos actuales, caso de Michel Onfray, André Comte-Sponville o Richard Dawkins, se equivocan al imaginar un mundo sin mas fe que la razón, ya que el proceso de secularización "no es lineal", sino que "tiene altibajos" y, ahora mismo, está estancado. "El secularismo seguirá fuerte y no ha tocado fondo, pero estamos viviendo también un renacimiento de la religión. Hay iglesias que pierden fieles, pero también confesiones que están aumentando, como los Testigos de Jehová o los evangelistas", señala.

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El enemigo del catolicismo "no será tanto el anticlericalismo" como las nuevas religiones que irán surgiendo y que "probablemente no tengan un caracter mesiánico", vaticina. El islam, por su parte, buscará su encaje en un mundo en el que cada vez es percibido con más recelo. "El islam siempre ha tenido una relación muy difícil con el capitalismo y el catolicismo. Hay un esfuerzo de muchos musulmanes por crear un pluralismo y liberalizar el islam, pero al mundo musulmán le está costando más secularizarse de lo que nos costó en Europa", opina.

Giner advierte de que el pensamiento mágico no es patrimonio exclusivo de las religiones. El nacionalismo o el comunismo son, a su juicio, "devociones laicas" y la certeza del ateo en la ausencia de dios no es menos creencia que la fe en su existencia. "El cientifismo -ejemplifica- es una religión. Hay una cantidad de gente que cree en la ciencia de una forma religiosa, lo que es acientífico. Hay momentos en que las personas esperan milagros de la ciencia, pero la ciencia trabaja con enigmas, no con milagros".

En El porvenir de la religión, Giner dedica un capítulo al futuro de la relación entre poder y creencia. "Habrá que asumir que en el porvenir será imposible una desconexión radical entre la esfera de la religión y la del poder político, el de unos hombres sobre otros. Como mínimo, habrá tensión entre un ámbito y otro. Hasta hoy, por mucho que lo proclamen algunas constituciones, la separación entre fe y poder no ha sido ni es nunca total", apunta en el ensayo. Por teléfono, insiste en la distinción entre poder y autoridad. "El poder quiere siempre revestirse de autoridad y la autoridad es religiosa", explica. Una ecuación que lleva al terreno de la monarquía. "Al rey se le atribuye una herencia. Encarna la nación, la tradición. Es una especie de carisma o elaboración de la ideología. En resumen", concluye, "es una autoridad metafísica o cuasirreligiosa".

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Sobre la firma

Antonio Pita
Corresponsal para Oriente Próximo, tras cubrir la información de los Balcanes en la sección de Internacional en Madrid. De vuelta a Jerusalén, donde ya trabajó durante siete años (2007-2013) para la Agencia Efe. Licenciado en Periodismo y Máster de Relaciones Internacionales y Comunicación por la Universidad Complutense de Madrid.

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