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Retrato del fin de un imperio

'1898. Los últimos de Filipinas' refleja la paranoia que sufrieron los soldados españoles que defendieron el último bastión del dominio español en la isla. Sus protagonistas y director hablan de la película en un encuentro exclusivo con suscriptores de EL PAÍS

Patricia Peiró

El 2 de junio de 1899 cayó en Filipinas el último bastión del Imperio español. Medio centenar de soldados abandonaba la iglesia en la que resistieron el asedio de los tagalos durante casi un año. ¿Acto heroico o locura? Este viernes llega a los cines 1898. Los últimos de Filipinas, de Salvador Calvo, una película que trata de reconstruir el estado de paranoia que alcanzaron los militares que defendieron un imperio que ya no existía. Calvo y dos de sus protagonistas, Luis Tosar y Álvaro Cervantes, mantuvieron ayer un encuentro exclusivo en la sala Cuarta Pared con los suscriptores de EL PAÍS dentro del programa EL PAÍS +. El coloquio estuvo moderado por el periodista de EL PAÍS, Jesús Ruiz Mantilla.

En esta película se unen dos generaciones de actores. Además de Tosar y Cervantes, Miguel Herrán, Ricardo Gómez, Karra Elejalde, Eduard Fernández, Carlos Hipólito y Patrick Criado, entre otros, dan vida a este grupo de soldados que sufren todo tipo de penurias: hambre, miedo, un sinfín de enfermedades, sed... Una de las asistentes, preguntó a Tosar por ese intercambio entre veteranos y principiantes: "Ha sido un increíble cambio de energías. Los que vienen, te estimulan, tienen 20 años menos que tú y te contagias de su fuerza", explicó el actor, que en la película da vida al teniente Martín Cerezo. Precisamente, los manuscritos que este alto mando elaboró durante el sitio supusieron la base principal para elaborar el guion. "Leyendo eso, llegas a tener una idea de las cosas tan extrañas que llegaron a pensar allí dentro, era casi un delirio", añadió Tosar. Las crónicas del periodista Manu Leguineche, constituyeron otra de las fuentes de documentación fundamentales.

La película se rodó en Guinea ecuatorial, un escenario que el director descubrió cuando fue invitado al estreno de Palmeras en la nieve. "Pensamos rodar en el propio Baler, el pueblo donde estaba la iglesia, pero cuando tu googleas ese nombre, lo primero que te sale es que fue el escenario que Francis Ford Coppola eligió para Apocalypse Now y que cuando ya tenía todo preparado un tifón arrasó con todo y tuvieron que esperar un año para reconstruirlo, así que lo descartamos", contó Calvo.

Cervantes da vida al personaje principal de la trama. Uno de los jóvenes soldados que se vieron involucrados en la locura colonialista de defender esa plaza cuando el dominio ya había llegado a su fin. El intérprete parece haberse especializado en contar la historia de España. Dio vida en la televisión a Carlos V, que comenzó el imperio y en esta cinta su personaje también tiene ese nombre. El actor comparó estas dos experiencias: "En la serie tienes más tiempo para desarrollar un personaje, como falles en una película de dos horas, eso queda ahí para toda la vida. La inmortalidad del cine le pone más presión al asunto".

Desde hoy está en las pantallas esta historia con tintes épicos. El final es conocido por todos, lo importante es qué sucedió hasta llegar a izar la bandera blanca.

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Sobre la firma

Patricia Peiró
Redactora de la sección de Madrid, con el foco en los sucesos y los tribunales. Colabora en La Ventana de la Cadena Ser en una sección sobre crónica negra. Realizó el podcast ‘Igor el ruso: la huida de un asesino’ con Podium Podcast.

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