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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

¿Por qué ahora todos somos fans de ‘Las chicas Gilmore’?

En los últimos meses, salen seguidores de la serie de debajo de las piedras. ¿Qué ha sucedido?

Natalia Marcos
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Como ocurre con las grandes apuestas de Netflix, es raro que alguien conectado al mundo no se haya enterado: Las chicas Gilmore ha vuelto. Lo hizo ayer con cuatro nuevos capítulos que retoman una serie amable y simpática, una de esas ficciones con las que sentirse bien. Una serie para chicas, sí, pero una buena serie igualmente. Los capítulos llegan justo a tiempo: han pasado nueve años desde el final de su emisión original, una cantidad suficiente para sentir nostalgia pero no demasiada como para que sus protagonistas y sus seguidores hayan perdido el vínculo emocional con los personajes y con su entorno.

En estos últimos meses han salido fans de las Gilmore hasta de debajo de las piedras. Todo el mundo las seguía. Incluso cuando en España las emitía La 2 por la noche haciendo pareja con A dos metros bajo tierra. O cuando pasaron a verse en las mañanas de la segunda cadena de la televisión pública. Pero, ¿qué ha pasado realmente? ¿Por qué ahora todos somos fans de Las chicas Gilmore?

- DVD, streaming y los nuevos hábitos de consumo

En su momento, la serie tuvo sus fans, pero muchos de los que ahora han ido de cabeza a ver los nuevos episodios son seguidores que se han sumado a la gilmoremanía en los últimos años. El que Netflix haya puesto a disposición de sus usuarios las siete temporadas anteriores con tiempo suficiente de antelación para maratonearla antes del regreso ha hecho que mucha gente tuviera muy fácil ver una serie que, por ejemplo, en España no fue fácil de seguir en emisión. Los DVD y los cambios en los hábitos de consumo televisivo, en los que cada espectador elige qué ver, cuándo y cómo, también ha favorecido la puesta al día con una serie que, poco a poco y gracias al boca a boca, se ha llegado a convertir en una serie de culto a su forma.

- El factor "guay" de Netflix

Si se hubiera hecho cargo de la resurrección una cadena en abierto cualquiera, quizá la repercusión que hubiera tenido habría sido diferente. Que sea Netflix la que se encarga de traerla de vuelta ha aportado una pátina de prestigio. Es como si Lorelai y Rory fueran un poco más guays ahora que están en Netflix que cuando estaban en The CW.

- La fiebre de los revival y la nostalgia televisiva

Unido con el punto anterior, Netflix es la gran abanderada de la gran tendencia de los últimos tiempos de recuperar series ya muertas. Lo hizo con The Killing, a la que regaló la posibilidad de una última temporada para cerrar la historia de sus protagonistas. Ha traído de regreso el universo de Padres forzosos con Madres forzosas, que según análisis de audiencias ajenos a Netflix, es su mayor éxito de espectadores hasta la fecha. Y de paso, aprovecha la nostalgia televisiva. El mundo que rodea Stars Hollow era un objetivo sencillo (como también lo sería el de Cicely de Doctor en Alaska, por dar una idea...).

- Las redes sociales

Otra explicación al furor fan por las Gilmore está en que quizá no son muchos más sus seguidores ahora, sino que son más ruidosos gracias a las redes sociales. Cuando la serie se despidió en 2007, Twitter acababa de nacer y Facebook llevaba pocos años activo. Internet no era tal como lo conocemos hoy, un lugar en el que cualquiera puede tener voz y donde la gente con los mismos gustos pueden encontrarse fácilmente entre sí. Ahora es más fácil que nunca reconocer en público que eres fan de las Gilmore o de cualquier otra serie: seguro que encontrarás a alguien que te apoya y no te sentirás un bicho raro.

- Las series de nicho

Aunque el postureo seriéfilo todavía tiene mucha fuerza (reconocer que ves Cuéntame te resta puntos; reconocer que ves Westworld te los suma), en plena Peak TV ya hay series para todos y público para todo. Que te guste Las chicas Gilmore no es un estigma (en realidad, nunca lo ha sido, que conste). No pasa nada por decirlo en público. Incluso con el tiempo ha ganado ese aroma a serie de culto del que hablábamos antes que ha hecho que esté hasta bien visto reconocer que te gusta.

- Porque las Gilmore molan y punto

Sí, todo lo de antes puede ser verdad, pero no podemos terminar sin decir el motivo principal por el que ahora todos somos fans de Las chicas Gilmore: porque molan. Y punto. Sus litros de café, sus charlas a la velocidad del rayo, sus referencias culturales, sus excentricidades. Es una de esas series que vuelves a ver y te saca una sonrisa. Un happy place en el que sentirse seguro, feliz y reconfortado. Las chicas Gilmore son un bálsamo para la locura diaria. En medio de tanto zombi, tanto robot rebelde y tantos dragones, siempre es un placer volver al café de Luke.

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Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

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