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Columna
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El lazarillo

Un documental de 'La mitad invisible' recorre la misma ruta del protagonista, de Salamanca a Toledo, y cuenta con una videoteca de lujo

Ángel S. Harguindey

Algo pasa en La 2 de TVE. No satisfechos con programar en un mismo día a Manolita Chen y al Berlanga del París-Tombuctú, el pasado martes, cuando por fin tras muchos meses de incomparecencia del Gobierno el Presidente rendía cuentas en el Senado, programan una correcta y funcional La mitad invisible sobre El Lazarillo de Tormes, es decir, sobre el origen de la picaresca española, o como comentan en el reportaje, sobre la literatura del hambre. ¿Contrapropaganda subliminal?, ¿inconsciencia? No es una cuestión baladí porque como señala el profesor Rico, "toda la novela moderna parte de El Lazarillo de Tormes". Y abunda en su importancia porque "no había ningún género que contara la realidad diaria tal y como se presentaba a los ojos de los contemporáneos".

Un documental que recorrerá la misma ruta del protagonista, de Salamanca a Toledo, y que contará con una videoteca de lujo con, por ejemplo, la adaptación que hizo del libro Fernando Fernán Gómez con un Brujo y un Paco Rabal impecables o la versión de César Fernández Ardavin y varias adaptaciones teatrales, y pespunteado con la opinión de varios especialistas. Ana María Carabias destaca de la obra temas como la honra, la religiosidad y el hambre, algo fundamental, y todo teñido de una crítica social un poco ácida. Mariano Calvo será el guía del espectador por Toledo y el profesor García Bermejo destaca la crítica hacia la nobleza, hacia los herederos de sangre, aquellos que no se han ganado nada.

Y todo esto mientras Mariano Rajoy prometía sensibilidad y buenas maneras en el Senado, presuntamente consciente de su debilidad cuantitativa, mientras su recaudador del Reino, Cristóbal Montoro, enseñaba ya la patita por debajo de la puerta anunciando un recorte de 5.000 millones en el techo de gasto previsto en los Presupuestos. El lazarillo cambia al ciego en Escalona la longaniza por una zanahoria, y ahora y aquí se ningunea el acuerdo con Ciudadanos con un recorte presupuestario. Cambian los personajes pero la picaresca continúa.

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