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El arte, caballo de Troya en el sur de Buenos Aires

La primera feria arteBA focus desplaza a miles de personas hasta el barrio porteño de La Boca

Escultura en hierro de Luis Terán (2016).
Escultura en hierro de Luis Terán (2016). Gentileza arteBA Fundación

La Boca es un lugar imprescindible en los recorridos turísticos de Buenos Aires, pero por motivos de seguridad los visitantes rara vez se aventuran más allá de las manzanas que comprenden Caminito, el estadio de Boca Juniors y los dos museos más cercanos: el del pintor Benito Quinquela Martín y la Fundación Proa. A contracorriente de lo que es habitual en el barrio, los vecinos se vieron sorprendidos el pasado 29 de octubre por la multitud que tomó el barrio en La Noche de los Museos y han vuelto a ver cómo las calles se llenaban de nuevo este fin de semana por la feria arteBA Focus. En su primera edición, esta hermana menor de arteBA expone obras de 80 artistas locales en una nave industrial de casi 2.000 m2 que funcionó como fábrica de arena, a escasos metros de la autopista.

Las comisarias Mariana Rodríguez Iglesias y Florencia Battiti han dado a la feria un aire mucho más desenfadado del que se estila en las grandes citas artísticas mundiales: no hay muros entre una galería y otra y artistas consagrados como Luis Felipe Noé (Rubbers) dialogan con emergentes como Soledad Dahbar (La Arte), situada en la entrada de Focus con piezas espejadas en las que el público se refleja, se fotografía y se sube a las redes sociales. A la izquierda, una pared entera está recubierta de piezas de Fabián Liguori, representado por la galería El Gran Vidrio.

Los artistas se han sumado a la invitación con obras más experimentales que las que se han visto en las últimas ediciones de arteBA, que este año cumplió su 25 aniversario. Entre las seleccionadas hay muchos vídeos, proyectados en dos microcines, como el cómico Radical Fitness con Intensive Steve de Juan Becú, que ironiza sobre el duro entrenamiento físico de los artistas. También destacan algunas obras de gran tamaño, como el móvil de Daniel Joglar (Ruth Benzacar), en el que variadas figuras geométricas bailan suspendidas en el aire, y las telas-piel de pintura de Leila Tschopp, sujetadas y sometidas por las cuerdas que las tensan y dominan.

'Las tres gracias' de Diego Figueroa (2009).
'Las tres gracias' de Diego Figueroa (2009).Gentileza arteBA Fundación

"El lugar tiene una personalidad muy fuerte, con paredes con ladrillo a la vista y cemento, que influyó en la selección de obras", detalla Battiti. La estética industrial del espacio realza las intensas piezas de Luciana Lamothe, formadas con tubos y maderas entrecruzadas, y su pasado como fábrica arenera resuena en los objetos enterrados por Mariana de Matteis (Diego Obligado).

También se mezcla material ya conocido con otro recién creado para la ocasión. Así, pueden volver a verse las tres gracias del conurbano creadas por Diego Figueroa en 2009 a partir de bolsas de nylon, plástico, papel, cintas adhesivas, goma y madera y ahora expuestas por la galería Hache y contemplar esculturas en hierro barnizado recién creadas por Luis Terán (Document art-gallery).

Ventas concentradas en las ferias

En un año de recesión económica, en el que numerosas pequeñas galerías de arte atraviesan dificultades, la aparición de esta feria ha sido recibida con buenos ojos por los marchantes, en especial gracias al coste moderado de los stands (que oscilan entre los 450 y los 1.500 dólares) gracias a la subvención del Gobierno de la ciudad. "Cada vez más las ventas se concentran en las ferias. Que haya una segunda feria en el año es esencial para sobrevivir hasta el año que viene", dicen desde la Fundación arteBA, la organizadora del evento.

El Gobierno porteño también gana. El arte sirve como caballo de Troya para los planes de revitalización -los críticos hablan de gentrificación- de la zona sur de la ciudad, la más pobre. Los dos mundos se miran con recelo. El día de la inauguración, algunos visitantes caminaron con miedo las tres manzanas que separan la antigua arenera de la Usina del Arte y pocos vecinos se mostraban interesados en visitar la exposición. Dentro de la feria, se cierran compras por cientos e incluso miles de dólares. Fuera, a pocos metros de allí, hay una villa miseria. Las fronteras por ahora solo se difuminan en el arte.

Medio centenar de espacios de arte en 10 manzanas

Desde la creación del Distrito de las Artes -que engloba a los barrios de La Boca, Barracas y la parte sur de San Telmo- se han instalado en un radio de 10 manzanas decenas de talleres de artistas y galerías, atraídas por los beneficios impositivos ofrecidos por el Gobierno. La oferta se completa con seis museos, entre los que sobresale la Fundación Proa, uno de los faros del arte contemporáneo de la capital argentina, que ahora alberga una muestra retrospectiva del ruso Kazimir Malévich.

En la Usina del Arte pueden verse las fotografías pop de David LaChapelle, por las que desfilan Michael Jackson, Madonna, Courtney Love, Britney Spears y Cameron Diaz, entre otras estrellas musicales y cinematográficas de Estados Unidos.

Mientras, entre las galerías destaca la reinterpretación de El jardín de las delicias de El Bosco realizada por Nicola Costantino en Barro. Realizada con impresión 3D y después envejecida, la fuente de la vida creada por Costantino reina en un jardín que ya no es verde sino que está muerto, lleno de animales embalsamados y figuras andróginas y monstruosas.

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