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‘Camelamos naquerar’, el grito flamenco de reinvindicación gitana, cumple 40 años

La obra recordó a la sociedad la existencia de una comunidad sin derechos y perseguida

Javier Arroyo
El Piki (i), Concha Vargas (c) y Mario Maya (d) en 'Camelamos Naquerar' de José Heredia Maya en 1976.
El Piki (i), Concha Vargas (c) y Mario Maya (d) en 'Camelamos Naquerar' de José Heredia Maya en 1976.César Lucas

“Se vigilará escrupulosamente a los gitanos, cuidando mucho de reconocer todos los documentos que tengan, confrontar sus señas particulares, observar sus trajes, averiguar su modo de vivir y cuanto conduzca a formar una idea exacta de sus movimientos y ocupaciones, indagando el punto a que se dirigen en sus viajes y el objeto de ellos”. Artículo cuarto del reglamento de servicio de la Guardia Civil vigente en 1976. “Como esta clase de gente no tiene por lo general residencia fija… conviene tomar de ellos todas las noticias necesarias para impedir que cometan robos de caballerías o de otras especie”. Artículo quinto. Y aún había un artículo sexto autorizando a detener y encarcelar a los “gitanos y chalanes” que no llevaran encima “la patente de Hacienda” que les permitiera “ejercer la industria de tratantes en caballería”. Esa era la España de 1976 para la comunidad gitana. Perseguidos y culpables mientras no demostraran lo contrario. Ante esa situación, el primer gitano profesor de universidad de España, José Heredia Maya, licenciado en Filología Románica y docente en la Universidad de Granada, se rebeló y lanzó en febrero de aquel año su gran grito flamenco, Camelamos naquerar (Queremos hablar, en español), una obra de teatro flamenca alejada del folclorismo de la época e impregnada de un mensaje de reivindicación de la cultura y dignidad gitana.

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Camelamos naquerar se representó por primera vez en febrero de 1976, en la universidad granadina con coreografía de Mario Maya Fue, probablemente, la primera gran reivindicación social tras su desaparición. Este año se ha cumplido el 40 aniversario de una obra que además de su función social, suponía desde el punto de vista artístico “un espectáculo de teatro contemporáneo y experimental que hacía uso de los movimientos coreográficos del flamenco”, como la define Pepe Heredia Moreno, sociólogo e hijo del autor, que estos días ha ofrecido una conferencia sobre la obra en el ciclo Flamenco y Cultura, organizado por la Diputación de Granada y la Junta de Andalucía.

Camelamos naquerar fue “una obra convertida en instrumento al servicio de la dignidad de un pueblo”, dice Heredia hijo. Un servicio que tuvo sus costes; José Heredia Maya recibió coacciones y amenazas de muerte. Un teatro que programaba la obra fue incendiado.

El origen de Camelamos está en el poemario Penar ocono, que Heredia Maya publicó en 1974. Aquella fue una obra reivindicativa y exitosa que probablemente escribió ya con la idea de utilizarla para un espectáculo posterior. De ella se nutre en gran medida Camelamos. También de fragmentos de leyes que, ya desde 1499, impedían a la comunidad gitana vivir su vida con normalidad.

José Heredia Maya (Albuñuelas, Granada 1947-Granada 2010) era un profundo conocedor del teatro contemporáneo y seguidor de ciertas corrientes teatrales rupturistas, por supuesto, vetadas por el régimen franquista. El teatro pobre de Grotowski, dice su hijo, constituyó el sustento teórico de la obra. “Seis artistas y la escenografía. Aquel era un teatro autogestionado, el teatro total en el que mi padre creía, de producción sencilla, fácil de transportar y de representar. En una furgoneta y un coche cabían todos.” La coreografía era del bailaor Mario Maya. El peso del cante recaía sobre Antonio Cueva El Piki y completaban el elenco Concha Vargas, Gómez de Jerez, Paco Cortés y Pedro Escalona. La obra giró por España, París y Milán durante algo más de un año. Desde entonces, no se ha representado profesionalmente aunque Heredia Moreno aún la pone en pie con jóvenes gitanos para que la obra siga cumpliendo su papel social original.

Araceli Cañadas, profesora en la Universidad de Alcalá de Henares de la asignatura Gitanos de España. Historia y Cultura sitúa Camelamos naquerar en “una coyuntura de esperanza en España para avanzar en la consideración de la diferencia que, en lo que respecta a los gitanos, siempre se había negado. Sin duda sacudió conciencias”. Dos años después, en 1978, el Ministerio del Interior suprimió esos artículos infames del reglamento de la Guardia Civil.

Poema que aparece en Camelamos naquerar que da una idea del objeto social de la función:

Jaleos

¿Qué lo que ha pasao?

que los gitanitos

que se han rebelao.

¡Eso no pué ser!

¿Qué lo que ellos quieren?

Que los gitanitos

Tengan pan y aceite.

¡Eso no pué ser!

Quieren además

que todos los hombres

seamos igual.

¡Eso no pué ser!

¡Qué barbaridad!

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