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Cruzada contra el olvido de la canción popular española

El dramaturgo Hugo Pérez de la Pica consolida su pasión por el género con ‘Alarde de tonadilla’, un montaje del teatro Tribueñe

Un momento de ‘Alarde de tonadilla'.
Un momento de ‘Alarde de tonadilla'.

Por el escenario de Tribueñe han pasado decenas de espectáculos aspirando a mostrar una cara distinta del teatro. Esa es, de hecho, la razón de ser de esta pequeña sala madrileña colindante a las Ventas que nació con la difícil tarea de preservar como seña de identidad el teatro de calidad. Hugo Pérez de la Pica es, además de su codirector, uno de los autores estrella de su cartelera. Aclamado anteriormente por el público gracias a títulos como Azules rejas del amor o Por los ojos de Raquel Meller, este creador total vuelve de nuevo a bucear en las raíces de la canción popular española con una obra que reivindica un género al que mima todos los domingos en cada función de Alarde de tonadilla.

“Siempre me ha interesado el tema por ser uno de los grandes abandonados por la intelectualidad”, resalta el director, apasionado del género desde joven y empeñado con su labor teatral en preservar su legado. “Me gusta desde que tenía 17 años. Un día me di cuenta de que estaba harto de los 40 Principales y me puse a escuchar música de verdad. Pero me gustan muchos tipos de canciones”. Otra de las razones que lo impulsaron a homenajear a la tonadilla es que considera que ha sido desvirtuada con los años. “Ahora se huye de lo teatral y se ha perdido el criterio. No puede ser que se represente una canción aragonesa con una bata de cola”. En cambio, Alarde de tonadilla resalta, además de por unas protagonistas con unas asombrosas cualidades vocales, por una exquisita y colorista puesta en escena, como explica Pérez de la Pica. “He apostado por esos atributos teatrales, que son muy sencillos pero aportan un tratamiento poético del argumento y del ambiente en el que se desarrollan”.

El vestuario, parte fundamental de la obra por su espectacularidad, también los ha diseñado él. “Cada canción pide un atuendo distinto, pero siempre hay una mirada al siglo XIX, hay mucha nostalgia un poco abstracta”.

Además, ha apostado por una variedad de géneros que abran la mente del público a lo desconocido. España es mucho más que copla, repite el dramaturgo. Desde que se levanta el telón suenan acordes de canción sefardí, de romances, de folclore castellano, de los sonidos del Levante, de la música de Aragón. Sin faltar tampoco los más conocidos como la canción andaluza de los maestros Quiroga y Solano o la zarzuela de Chueca. “La verdad es que he elegido el repertorio por una cuestión sentimental, y que hubiera un poco de todo. En definitiva, la canción como expresión del ritmo de los españoles de todas las regiones”.

Al mismo tiempo que está en cartel Alarde de tonadilla, Hugo Pérez de la Pica prepara otra obra en el teatro Español que no tiene nada que ver. Eso sí, asegura que nunca va a abandonar su pasión por la canción popular. “Es imposible. Cuando te envenena el arte español, ya no hay marcha atrás”.

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