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Roca Rey cortó las dos orejas y salió a hombros en su reaparición limeña

El Juli paseó un trofeo de una correcta y noble corrida de la ganadería de Garcigrande

Andrés Roca Rey cortó dos orejas y salió a hombros de la plaza de Acho en su Lima natal, y El Juli cortó una oreja en la primera corrida de toros de la Feria del Señor de los Milagros, que este año conmemora los 250 años de la plaza.

Con un lleno en los tendidos, se lidiaron seis toros de Garcigrande, de correcta presentación, nobles y con clase en términos generales. 1° y 2° justos de fuerza y sin transmisión, 4° y 5° bravos, premiados con la vuelta al ruedo, 3° y 6° deslucidos y pitados en el arrastre. El Juli (saludo desde el tercio, silencio y oreja) y Andrés Roca Rey (silencio, 2 orejas y silencio). Hubo un minuto de silencio por los tres toreros que este año sufrieron cornadas mortales.

Roca Rey triunfó al cortar dos orejas del toro corrido en cuarto lugar, un colorado, ojiblanco y cuajado, al que toreó de capote con acierto, y brilló en un quite en que combinó verónicas, chicuelinas y tafalleras, rematadas con una larga.

Tras un buen segundo tercio, el torero limeño encendió los tendidos con su inicio de faena con pases cambiados por la espalda y aprovechó la nobleza y codicia del toro para lidiarlo por ambos lados. Con cuatro circulares puso al público de pie, para terminar su labor con ceñidas bernardinas. Entró a matar recto, dejó una estocada caída, y paseó las dos orejas pedidas con insistencia.

Estuvo por encima del segundo de la tarde, un colorado, chorreado en verdugo, noble, suave y justo de fuerzas que casi no fue picado. Lo más destacado fue el quite con el capote a la espalda. El toro era bueno pero carecía de transmisión. Mató de una estocada y varios descabellos.

El torero peruano porfió con el que cerró plaza, el peor del encierro, sin que su trasteo prosperara.

El Juli cortó una oreja de peso al quinto, el mejor toro del encierro, que tuvo un pitón derecho extraordinario. Faena larga y completa por naturales y derechazos, en la que destacaron los muletazos largos y templados hasta atrás de la cadera, bajándole la mano, por ambos pitones. Faena importante de dos orejas que quedó en una sola por pinchar en el primer intento.

El Juli estuvo por encima del primero de la tarde. Lo toreó por naturales derechazos, circulares y hasta de rodillas. Mató de un pinchazo y estocada y perdió al menos una oreja.

El tercero fue deslucido y poco pudo hacer con la muleta.

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