La literatura toma Madrid
El matrimonio entre palabra e imagen, clave de la octava edición del festival Eñe
Lo dice el refrán: Dame en qué elegir y me darás qué sufrir. El Círculo de Bellas Artes de Madrid se llena este fin de semana de palabras, pero es imposible escucharlas todas. A las siete de la tarde de ayer Marta Sanz, directora de esta edición, dio comienzo al Festival Eñe con una charla entre los cineastas Manuel Gutiérrez Aragón y Paula Ortiz y el escritor Vicente Molina Foix sobre la fotogenia literaria. Coloquio que abría una lata de más de 40 actividades entre debates, ferias, encuentros y representaciones, que se prolongarán hasta la esta noche.
Las palabras rebotaban del Teatro Fernando de Rojas a la sala de juntas, donde a las siete y media la propia Sanz encabezaba otro coloquio sobre los clubes de lectura; de ahí, a la de columnas, donde a la misma hora la escritora y periodista de EL PAÍS Berna González Harbour y el escritor Lorenzo Silva hablaban de novela negra (y rosa). Y el público las seguía, apostando por unas conferencias en detrimento de otras, pero seguros de encontrar algo interesante. “Qué faena no poder ir a esto”, se oía a un grupo de jóvenes que señalaba el cartel del festival.
Cientos de asistentes se cruzaban en los pasillos. Como las palabras, subían y bajaban las enormes escaleras de mármol, desde la charla que moderó el escritor Sergio del Molino sobre palabras e imágenes hasta el vecino Hotel de las Letras, donde a las mismas ocho de la tarde, el narrador José Ovejero encabezaba un “triálogo”.
La velada terminó con los versos de Fernando Marías, Espido Freire y Raquel Lanseros, acompañados del escritor Luisgé Martín en el espectáculo Versex. Aunque antes, los editores Jorge Herralde, Enrique Redel e Irene Antón charlaron sobre su profesión, y la novelista Remedios Zafra ofreció una conferencia exprés... Actos que se solapaban y palabras que se fundían. Y una elección. En el fondo, una metáfora de la propia literatura: de entre todas, escoger la palabra justa.