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“Ahora toca abrir la Monumental”, piden las entidades taurinas

Los animalistas critican el fallo por “político” y anuncian recursos internacionales

Dos turistas, en la Monumental de Barcelona al día siguiente de la celebración de la última corrida.
Dos turistas, en la Monumental de Barcelona al día siguiente de la celebración de la última corrida. Tejederas

Han pasado cinco años y un mes desde la última corrida de toros en Barcelona, con los diestros José Tomás y Serafín Marín cerrando la temporada de 2011 ante 20.000 espectadores en la plaza de toros Monumental. El presidente de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña, Paco March, admite que la sentencia del Tribunal Constitucional que anula la prohibición de los toros ha sido “largamente esperada” y confía en volver a ver una corrida en Barcelona. “Hemos trabajado durante seis años en las entidades taurinas de todo el territorio para mantener vivo el rescoldo de la tauromaquia. Ahora toca la voluntad política de acatar y la empresarial de abrir la Monumental de nuevo al toreo”, dice. Como es habitual, la familia Balañá, propietaria de la única plaza fija que queda en Cataluña, no responde: “Guarda siempre un prudente silencio”, resume March.

El presidente de las entidades taurinas celebra que la sentencia “abre un nuevo escenario en el que se debería acatar la ley”, pero advierte: “Otra cosa será su aplicación, ante la desobediencia anunciada por la Generalitat y el Ayuntamiento, que parecen querer hacer de los toros el gran desafío a las ansias de libertad del pueblo catalán, cuando la sentencia restablece una libertad arrebatada. Se utilizaron instrumentos democráticos y se los dotó de un sentido perverso como fue silenciar a una parte del pueblo catalán”.

Ante la intención de ambos Gobiernos de hacer lo posible para que los toros no vuelvan a Cataluña, March no contempla la posibilidad de recurrir la ordenanza de animales del Ayuntamiento: “No lo contemplamos por un tema de rango jurídico”, dice, habida cuenta de que el fallo del Constitucional es de mayor rango.

No por esperada desde hace unos días, la anulación de la ley ha dejado de causar perplejidad a la plataforma antitaurina PROU [basta, en catalán]. Para Leonardo Anselmi, presidente de PROU, la decisión del tribunal es especialmente grave porque supone “anular una iniciativa popular, algo que no ha ocurrido nunca y que supone, ni más ni menos, que ir contra de la democracia participativa”. “Es una vulneración de los derechos fundamentales en toda regla que denunciaremos con una campaña internacional”, añadió.

En un comunicado, la plataforma anuncia denuncias jurídicas a nivel internacional —todavía no concretadas a la espera de estudiar bien la sentencia— y un abanico de acciones en Cataluña.

Para Anselmi, el fallo del Constitucional es “una conspiración de unos magistrados que van a los toros, como se ha visto en fotografías públicamente y que, además, han sido militantes o simpatizantes del Partido Popular, que en su programa defiende los toros”. Se refieren al caso de Francisco Pérez de los Cobos, presidente del Constitucional. Por eso, desde la plataforma se considera la sentencia una “conspiración de poderes políticos fácticos; nos encontramos ante otra sentencia política”.

Otra cosa es si puede haber movilizaciones populares de unos u otros, o ambos. La CUP llamó ayer “a salir a la calle, si hace falta”.

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