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La historia que asusta a los niños del campo colombiano

Un documental sobre el caso de un militar que mató a machetazos a tres hermanos intenta hacer memoria y evitar que se repita

Sally Palomino
Imagen promocional del documental.
Imagen promocional del documental. ARCHIVO PARTICULAR

Jenny, Jimmy y Jefferson fueron asesinados a machetazos. El homicida, un teniente del Ejército de Colombia, hizo dos huecos en la tierra después de que cometió el crimen. En uno enterró a la niña y en el otro a los dos niños. En una bolsa plástica metió las prendas de vestir de sus víctimas y la puso cerca de uno de los hoyos. El caso, que conmocionó al país en el 2010, fue reconstruido en el documental Depredadores para hacer un homenaje a la memoria de los tres menores y para poner de manifiesto la condición de vulnerabilidad en la que están los niños, sobre todo los que viven en el campo.

Aunque el año pasado había sido proyectado en algunos colegios ubicados en zonas rurales, este año los realizadores han decidido adicionar algunas imágenes y ampliar la distribución del vídeo. Uno de los creadores, Diego Delgado, dice que la idea es que llegue a más gente y que se logre generar una reflexión sobre lo desprotegidos que están los niños en Colombia.

Según el estudio Que dejen de cazar a los niños y niñas, cuyos datos son incluidos en este trabajo audiovisual, más de 48.000 menores fueron agredidos sexualmente entre 2008 y 2012 en el marco del conflicto armado de Colombia. Jenny, Jimmy y Jefferson forman parte de esta penosa cifra. Antes de ser asesinados fuero violados. “El trabajo pretende ser también material educativo. Los niños deben conocer la historia y así saber a qué se exponen y, al menos, intentar prevenirlo”, dice Delgado.

La producción visitó la vereda Caño Temblador, en Arauca, en donde hace seis años el teniente Raúl Muñoz, que pertenecía al Ejército de esa zona, aprovechó la ausencia de los padres de los menores en el rancho en el que vivían y cometió uno de los peores crímenes de la historia reciente del país. Muñoz terminó condenado a 60 años de cárcel después de un largo y doloroso proceso para los papás, que tuvieron que tratar de explicarle a la hija que les sobrevivió lo que le había ocurrido a sus tres hermanos.

El trabajo, una coproducción entre Humanidad Vigente, el equipo de comunicaciones Documental Amarillo y El Azar Producciones que contó con el apoyo de Oxfam, no pretende ser una compleja pieza audiovisual. Su propósito no es participar en festivales, ni que se comercialice. “Queremos hacer una serie de trabajos sobre la niñez y el conflicto armado, que sirva de memoria y que recuerde que en muchos casos el Estado no hizo lo suficiente para protegerlos”. El próximo documental será sobre la masacre de San José de Apartadó, ocurrida en el 2005, en donde tres de las cinco personas asesinadas eran niños. En este caso se ha señalado como responsables a miembros del Ejército como cómplices de los paramilitares.

“Nos hemos propuesto a trabajar con y por las comunidades rurales que han estado en medio de la violencia”, dice Delgado, que recuerda la reacción de algunos de los niños que han visto el caso de los hermanos asesinados en Arauca. “No hay que estar solo en el campo porque nos pueden matar”, dijo alguno después de la proyección. La historia de Colombia asusta a los niños.

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Sobre la firma

Sally Palomino
Redactora de EL PAÍS América desde Bogotá. Ha sido reportera de la revista 'Semana' en su formato digital y editora web del diario 'El Tiempo'. Su trabajo periodístico se ha concentrado en temas sobre violencia de género, conflicto armado y derechos humanos.

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