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“La visita de Trump a México fue un desastre”

El batería de la banda de rock mexicana Maná, apodado 'El Animal', se lamenta de la corrupción en Latinoamérica

MARIÉN KADNER
El bateria de Maná, Álex González, antes de la entrevista.
El bateria de Maná, Álex González, antes de la entrevista.JAIME VILLANUEVA

Si una cosa quiere dejar clara Álex González (Miami, 1969), batería de Maná, es cómo se bebe tequila. Nada de tomar, a la española, un vaso de chupito de un trago. Lo de beberlo con limón y sal, pase. Pero lo mejor es olerlo, luego girar la cabeza a la izquierda y volver olerlo, y repetir la misma acción a la derecha. “¿A qué no huele igual?”. El hombre conocido como El Animal y reconocido como uno de los mejores baterías del mundo está volcado en su nuevo proyecto empresarial: una marca propia de la bebida, hecha en el Estado de Jalisco, el mayor productor mundial. Esto sin dejar ni un minuto de lado su banda, que está a punto de cumplir los 30 y sigue alzando la voz a favor de lo que conjuntamente creen.

Pregunta. ¿Cuál es el secreto para que una banda siga tanto tiempo unida y haciendo una música que sigue convenciendo al público y a la crítica?

Respuesta. Somos grandes amigos y el sentido del humor siempre está presente. Pero la clave es que hay respeto y comunicación entre los cuatro. Si uno quiere tirar musicalmente para un lado y otro para otro, intentamos encontrar un punto medio y empujar todos en esa dirección.

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P. Muchos le consideran uno de los mejores baterías del mundo, ¿se ve así?

R. No (ríe). No me considero de los mejores baterías del mundo. Mi intención siempre fue tocar la batería en una banda de rock y pasármelo muy bien; lo que me queda por decir es: muchas gracias.

P. ¿Fue autodidacta, verdad?

R. Sí, nunca he estudiado. Después, obviamente, cuando salieron vídeos, aprendía de los baterías que me gustaban. Pero antes me formé escuchando discos y tocando, tocando.

P. ¿Y cómo se lo tomaron sus padres?

R. Siempre me apoyaron, lo que pasa es que la carrera de música no es fácil y siempre me decían que tuviera un plan b y yo nunca tuve un plan a. A los 15 años me fui a vivir a Guadalajara a la casa de Fher [Olvera, cantante del grupo], cuando antes de Maná el grupo se llamaba Sombrero verde. Ahí empezó todo.

Mi intención siempre fue tocar la batería en una banda de rock y pasármelo muy bien 

P. Hoy, además de los platillos y los tambores, ¿qué otros elementos componen su batería?

R. Tengo algunas percusiones muy leves: un cencerro y un platillo. Cada gira es con una batería distinta con un acabado diferente. Y las tengo todas guardadas en mi bodega. Tengo pensado hacer una foto muy cool que quiero subir a Instagram donde voy a poner todas en una pared, como en las tiendas de música.

P. Por curiosidad, ¿qué diferencias hay entre tocar ante un público español y un público mexicano?

R. En México, el público nos ha apoyado mucho desde un principio; es nuestra casa. Si partimos de que todos los públicos tienen un 10, puedo decir que hay dos que sobresalen con un 10.5 y son España y Argentina: cantan, brincan, saltan... Muchas bandas lo dicen.

P. México está sufriendo un repunte de la violencia, ¿cree que el Gobierno de Enrique Peña Nieto hace todo lo que debería?

R. El 80% de la gente en México no está contenta con el trabajo de Peña Nieto. Mucha gente quiere que renuncie cuanto antes, pero tampoco conviene dejar al país en el limbo. Es mejor que termine su mandato y ya veremos quiénes serán los candidatos. Ojalá alguno pueda sacar el país adelante. Obviamente controlar la violencia es responsabilidad del Gobierno, pero también de los ciudadanos, que si vemos algo deberíamos reportarlo.

El secreto de que la banda siga unida es que somos grandes amigos

P. La última vez que se registraron estas cifras, en 2012, el Gobierno de Felipe Calderón había sacado al Ejército a la calle…

R. Fue una decisión propia de los años sesenta. Maná, y yo a título personal, no creemos en la violencia. La violencia nada más genera más violencia. La política es muy complicada y el grave problema que sufrimos en México y en toda Latinoamérica es la corrupción. Es el cáncer de nuestros países.

P. ¿Qué opina de la visita de Donald Trump a México?

R. Fue un desastre. No entiendo cómo permitieron eso. Creo que la gran mayoría de mexicanos no estuvo de acuerdo. Pero bueno, ya pasó. ¿Qué se puede hacer? Mucha gente se enojó. No tenía que haber ido y ya que fue, debería haber pedido disculpas por ofender a los mexicanos y ni eso. No me lo podía creer.

P. ¿Debería haber pedido Peña Nieto perdón después de haber invitado a Trump?

R. Creo que no fue idea de Peña Nieto, sino de Videgaray [exsecretario de Hacienda]... y por eso ya no está en el Gobierno. De verdad, no entiendo cuál era el beneficio.

P. ¿Qué opina de una posible victoria de Trump en EE UU?

Cada gira es con una batería distinta
con un acabado diferente

R. La gira que estamos haciendo en EE UU, que se llama Latino Power Tour, tiene dos fines: honrar a la comunidad latina en EE UU que ha aportado tanto al crecimiento del país y decirles que salgan a votar. Para ser el presidente del país más poderoso del mundo tienes que tener experiencia en la política. Creo que Hillary [Clinton] es una candidata que lleva 30 años en ese mundo y, aunque nadie es perfecto, pienso que es mejor escoger a una persona con esa experiencia. Su marido puede, además, ser un gran asesor.

P. Continúa con su andadura de emprendedor y presenta ahora un tequila propio llamado Mala Vida, ¿dónde se hace?

R. Estamos fabricando el tequila en el Estado de donde viene Maná. La banda viene de la ciudad de Guadalajara, que está en el Estado de Jalisco, el principal productor de tequila del mundo. Desde hace mucho tiempo tenía el sueño o la inquietud de algún día hacer mi propio tequila, porque es una forma más de compartir y disfrutar, y también de apoyar ese enorme mercado que hay en Jalisco. Quería un diseño de la botella rocanrolero, pero a la vez muy mexicano. La botella es como las que usaban en la época de la revolución, de cuello largo, y el dibujo lo hice con un gran amigo, Carlos Pérez, que también ha hecho varias portadas de Maná.

P. ¿Por qué decide llamarlo Mala Vida?

R. En México, la expresión mala vida tiene un doble sentido: cuando las cosas van bien, lo estás pasando bien, se dice: “¡Qué mala vida te estás dando, eh!”. Es disfrutar, disfrutar la única vida que tenemos. Ojalá está bebida traiga alegría a mucha gente.

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Sobre la firma

MARIÉN KADNER
Trabaja en la sección de Internacional de EL PAÍS. Antes estuvo en la edición digital del periódico, así como en la delegación del diario en Ciudad de México. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Granada y en Sciences Po Bordeaux, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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