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Los tres toreros a hombros en una triunfalista corrida goyesca de Ronda

Cayetano, Manzanares y L.Simón cortaron siete orejas a descastados toros de Garcigrande

Los diestros José María Manzanares, Cayetano Rivera y Alberto López Simón salieron a hombros, tras repartirse siete orejas, en la tradicional corrida goyesca de la localidad malagueña de Ronda, que este año cumplió su sexagésima edición.

Con la plaza llena se lidiaron un toro de Passanha para rejoneo, deslucido; y siete de Garcigrande en lidia ordinaria, de correcta presentación, pero descastados.

El rejoneador Manuel Manzanares, ovación.

José María Manzanares, ovación tras leve petición y dos orejas tras aviso.

Cayetano Rivera, oreja, ovación tras aviso y dos orejas en el sobrero de regalo.

Alberto López Simón, oreja y oreja.

De nuevo un festejo triunfalista en la LX edición de la tradicional corrida goyesca de Ronda.

Abría el cartel de a pie José María Manzanares ante un toro que salió distraído. Capoteó en el tercio por verónicas gustosas, y con la mano baja y por ambos pitones ligó varias tandas con torería. Pinchó en su primer intento y a la segunda mató de una estocada algo atravesada. Recibió saludos tras leve petición.

Su segundo tenía poquita fuerza y apenas pudo lucirse. En banderillas se vio por completo la nula valía del de Garcigrande, que se caía con facilidad. A pesar de eso, Manzanares intentó hacer carrera a media altura y pudo sacarle alguna tanda. Mató en la suerte de recibir con una estocada desprendida y perpendicular, y cortó las dos orejas tras un aviso

Cayetano, que lucía un precioso traje gris perla diseñado por su mujer, Eva González, con motivo de su décimo aniversario como matador de toros, recibió al segundo de la tarde con una larga cambiada, y continuó rodilla en tierra hasta los medios. El toro tenía poca fuerza. Brindó al público y toreó con mucho poso y clase tanto con la derecha como por naturales. Culminó su faena, que fue a menos, con doblones y con una estocada algo desprendida.

El diestro recibió a su segundo con verónicas rematadas con una serpentina. Al toro le fallaban las manos, pero hubo cante flamenco y los sones del pasodoble La Concha Flamenca para una faena de mucha belleza pero deslucida en ocasiones por las continuas caídas del animal. Fue ovacionado.

Y como no se le podía ir la tarde, Cayetano pidió el sobrero, al que recibió con una larga cambiada para seguir con mucho gusto y belleza con el capote. Realizó un vistoso quite por gaoneras que inició con una larga. Brindó a los compañeros de terna e inició la faena por estatuarios. Se sintió muy a gusto, pero abusó del pico. Dio igual, la plaza estaba entregada. Dos orejas.

Cerraba el cartel López Simón que se mantuvo por encima de su lote y dejó algún detalle pero sin mucha historia. Inédito con el capote en su primero, brindó al público la muerte del tercer toro que no servía, aunque estuvo muy por encima de su oponente. Estocada tendida y una oreja.

Al segundo lo recibió con verónicas con la rodilla genuflexa y a pies juntos. Brindó a los hermanos Rivera Ordóñez una faena en la que volvió a estar por encima de su oponente, al que sacó pases muy aplaudidos. Remató su labor con dos desplantes, que fueron muy bien recibidos por el público, y cortó otro apéndice más.

El primer toro de la tarde lo lidió el rejoneador Manuel Manzanares, que fue aplaudido tras una discreta actuación.

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