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Venecia sucumbe al cine latinoamericano

El mexicano Amat Escalante gana el León de plata a la mejor dirección, el chileno Larraín al mejor guion y el argentino Óscar Martínez a la mejor actuación en Venecia

Jacobo García
Amat Escalante al recibir el León de plata en el festival de Venecia
Amat Escalante al recibir el León de plata en el festival de VeneciaEFE

El cine latinoamericano se hace adulto festival tras festival y así lo reconocen cada año los mejores certámenes del mundo.

Este sábado la mostra de Venecia premió al director mexicano Amat Escalante con el León de Plata a la mejor dirección por la película La región Salvaje, ambientada en el México actual. Una cinta incómoda y dura, rodada por actores no profesionales, que mezcla machismo, fantasía y violencia contra las mujeres.

El director mexicano, que ya ganó en Cannes el premio al mejor director con Heli, agradeció el galardón a las películas que le inspiraron y a los intérpretes Ruth Ramos, Simone Bucio y Jesús Mesa, que lo acompañaron en la gala. Amat, con sólo cuatro películas en su haber, ha desarrollado una mirada propia con la violencia como eje central en medio de un ambiente sórdido y duro.

El chileno Pablo Larraín, logró el premio al mejor guion con la película 'Jackie', en la que una soberbia Natalie Portman interpreta a la viuda del expresidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, tras su asesinato. Larraín, director de la aclamada NO-protagonizada por Gael García Bernal, sobre el referéndum de 1988 sobre Pinochet- se confirma de esta forma como uno de los grandes del continente, encadenando galardones año tras año.

El éxito del cine latinoamericano se asienta en tres patas: talento, industria y espectadores

Por su parte el veterano actor argentino Óscar Martínez logró también el premio a la mejor actuación en Venecia con la cinta 'El Ciudadano Ilustre', una tragicomedia que narra la historia de un Premio Nobel de Literatura que regresa a su pueblo natal.

Venecia también reconoció a otro latino, un colombiano de 27 años, Juan Sebastián Mesa, director de la película Los Nadie, sobre la juventud en Medellín, premio del público durante la Semana de la Crítica, sección paralela al Festival.

Con los galardones recibidos este sábado, el Festival de cine de Venecia confirma una tendencia que se apoya sobre tres patas; empieza con el talento local, sigue con el acompañamiento de la industria y se prolonga con el respaldo del público en los cines.

El año pasado América Latina creció casi un 12% en la producción de películas y el número de espectadores que acudió al cine aumentó un 16,2% respecto al año anterior, según el observatorio Audiovisual europeo. De la mano de este incremento han llegado también una cascada de premios y reconocimientos internacionales.

En México hace una década se hacían unas 15 películas al año y hoy son más de 100

“El cine latinoamericano lleva casi una década de moda” dice Marie Benito, scrip de la premiada La región salvaje”. “Empezó con Iñárritu, Cuaròn y Reygadas en Cannes, y se prolonga con Amat o Michel Franco, pero lo ha hecho porque la industria ha crecido enormemente. Hace diez años, en México, se rodaban unas 15 películas al año y hoy son más de cien. Argentina es también un referente con una mirada propia que acumula premios años tras año” explica la directora francesa.

Y la mostra es quizás la mejor prueba del éxito Latinoamericano. En 2015 Desde allá, del venezolano Lorenzo Vigas, ganó el festival y el argentino Pablo Trapero obtuvo el premio al mejor director con El clan. Dos películas, dos galardones. Un año después, cuatro películas latinas llegaron a la fase final y nadie se hubiera sorprendido si hubiera ganado cualquier de ellas. En Francia, La tierra y la sombra, del colombiano Cesar Acevedo, ganó la Cámara de oro a la mejor ópera prima en Cannes 2015.

Pero no sólo Europa aplaude el talento latino tras las cámaras. En febrero El abrazo de la serpiente, del colombiano Ciro Guerra fue finalista en los Óscar a mejor película extranjera.

El propio Larraín es un buen ejemplo de la madurez alcanzada por el cine latino que compite sin complejos con la todopoderosa industria estadounidense. El director chileno, de 40 años, ganó en 2015 el Oso de Plata en el Festival de Berlín con El Club, sobre la pedofilia dentro de la Iglesia. Con ‘Jackie’ debuta en Hollywood y llega al mercado estadunidense con una cinta rodada en inglés que aborda un símbolo tan estadounidense como los Kennedy.

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Sobre la firma

Jacobo García
Antes de llegar a la redacción de EL PAÍS en Madrid fue corresponsal en México, Centroamérica y Caribe durante más de 20 años. Ha trabajado en El Mundo y la agencia Associated Press en Colombia. Editor Premio Gabo’17 en Innovación y Premio Gabo’21 a la mejor cobertura. Ganador True Story Award 20/21.

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