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Crónica
Texto informativo con interpretación

Morante, abroncado de nuevo en Málaga y Talavante corta una oreja

El torero sevillano no mostró compromiso alguno ante una pobre corrida de Núñez del Cuvillo

Talavante, en la lidia de su primer toro, ayer sábado en la plaza de La Malagueta.
Talavante, en la lidia de su primer toro, ayer sábado en la plaza de La Malagueta.CARLOS DÍAZ (EFE)

Morante de la Puebla: dos pinchazos (bronca); pinchazo hondo, otro pinchazo, estocada y dos descabellos (división de opiniones).

Miguel Ángel Perera: estocada trasera y caída (ovación); media (silencio).

Alejandro Talavante: pinchazo y estocada (ovación); estocada ligeramente tendida y desprendida (oreja).

El diestro Alejandro Talavante cortó la única oreja del sexto toro de una pobre y desigual corrida de Núñez del Cuvillo, séptima y penúltima de abono de la feria de Málaga, en la que Morante de la Puebla, que volvió a inhibirse, y Miguel Ángel Perera se marcharon de vacío.

Con tres cuartos de entrada, se lidiaron toros de Núñez del Cuvillo, justos de presentación y de desigual juego. Primero y segundo fueron aplaudidos en el arrastre.

Era tarde de redención para algunos y de expectación para Morante. Él y Perera volvían por segunda vez en este abono malagueño a hacer el paseíllo después de unas primeras tardes para el olvido, pero en los tendidos se tiene muy buena memoria y los desaires no se borran con facilidad.

El de La Puebla del Río siguió en sus trece de no mostrar compromiso alguno con la afición de Málaga. A su primero lo llevó cuatro veces al caballo y, encima, luego quería que le funcionara en la muleta. Por supuesto, el toro estaba acabado. Bronca descomunal.

En su segundo más de lo mismo. Dejó algún retal más por naturales, pero el sainete con la espada fue tal que le tocaron dos avisos. Hubo división de opiniones en el tendido.

Perera tampoco salió triunfante del ruedo pero, al menos, no se le puede reprochar la actitud con un lote muy soso. No se le vio con el capote en su primero, aunque en la muleta trató de encelar poco a poco al astado, que apenas tenía fuerzas. El extremeño lo supo llevar con mucho temple para sacarle algunas tandas por ambos pitones. El público aplaudió el esfuerzo.

Con el quinto, otro toro que no ayudó tampoco mucho, pudo robarle Perera algún que otro pase de buena firma. Lo intentó sobre ambas manos el pacense, y, aunque consiguió ligar alguna tanda, la faena no llegó a calentar en ningún momento.

Al tercero, Alejandro Talavante, no se le vio en el capote en su primero, pero con la muleta cambió la cosa. La faltó toro, pero junto a las tablas fue aprovechando la querencia para crear tandas de mucha delicadeza con grandísimos naturales. Falló con la espada.

Recibió al sexto con el envés del capote en un saludo vistoso. Ya en la faena comenzó por ayudados por alto para luego llevar al toro a los medios. El buen gusto que posee el extremeño hizo que lo poco que pudo sacar lo lograra con torería. Actitud y aptitud de auténtico figurón del toreo, que le valió para cortar la única oreja de la tarde.

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