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López Simón triunfa en Huesca tras ser volteado sin graves consecuencias

El novillero Luis David Adame corta cuatro orejas en el primer festejo de la feria de Gijón

El diestro Alberto López Simón cortó tres orejas y salió a hombros en la primera corrida de la feria de la Albahaca de Huesca, en la que el diestro fue cogido por el tercer toro; Juan José Padilla logró también un trofeo, y José María Manzanares pasó desapercibido.

Con lleno en los tendidos, se lidiaron toros de Charro de Llen, de buenas hechuras, cómodos de pitones, blandos, mansos y deslucidos.

Juan José Padilla: estocada y tres descabellos (silencio); estocada (oreja).

José María Manzanares: pinchazo y estocada (silencio); pinchazo y media (silencio).

Alberto López Simón: estocada (dos orejas); estocada (oreja tras aviso).

En la enfermería fue atenido López Simón de un ‘varetazo en la cara interna de la rodilla derecha, otro en el hipocondrio derecho y un tercero en la región axilar izquierda, de pronóstico reservado’.

Está claro que para triunfar hay que querer, hay que trabajar, esforzarse, además de tener suerte. Todo este compendio lo desglosó López Simón, que confirmó, asimismo, el gran momento que atesora para sacar petróleo de los toros mansurrones de Charro de Llen que saltaron al ruedo oscense.

El caso es que López Simón, triunfador el año pasado en esta misma plaza, volvió a ofrecer una buena tarde de toros.

En su primero hizo una demostración de clase, aplomo y elegancia en el toreo fundamental sobre ambas manos en una faena en la que se le vio disfrutar y que los tendidos vivieron intensamente. Estuvo también valiente, tanto que, al final de su labor, en una manoletina el astado le arrolló violentamente, aunque sin llegar a calarle, en lo que fueron unos momentos de verdadera angustia.

Requirió de varios minutos el madrileño para recobrar el aliento, y volvió a la carga con muchos arrestos para despachar al astado de una certera estocada, lo que le sirvió para cortar las dos orejas.

Pasó a la enfermería de la que salió para lidiar al sexto, con el que volvió a entregarse totalmente en varios derechazos de mucho temple, ajuste y parsimonia. Exprimió al máximo al astado, que, como sus hermanos, apenas se prestó al lucimiento. Pudo más la disposición del torero de Barajas, que, tras otra eficaz estocada, paseó otro apéndice más.

Padilla, muy querido y aclamado como siempre en esta plaza, se ganó al público con tres pares de banderillas en el primer toro, con el que se esforzó mucho, puso voluntad, aunque poco lucido pudo sacar de un toro que no transmitió absolutamente nada.

Con el cuarto de la corrida, no quiso irse de vacío de la plaza de Huesca, y, aunque esta vez no cogió los palos, se echó de rodillas y porfió por ambos pitones con circulares, martinetes y desplantes. Una buena estocada le permitió cortar una oreja.

José María Manzanares no tuvo suerte con su lote, pero también es cierto que en su primer toro ni lo intentó, y abrevió ante un animal sin ánimo de embestir.

En el quinto, segundo de su lote, se esforzó algo más, espoleado quizás por la entrega demostrada por sus compañeros de terna, en una faena en la que instrumentó muchos pases, pero dejó muy poco poso.

Impacto de Luis David Adame en Gijón

El novillero Luis David Adame ha vuelto a impactar y triunfar a lo grande en Gijón, igual que hiciera el año pasado, con una actuación maciza y rotunda de cuatro orejas, que le ha servido para abrir la primera puerta grande de la feria taurina de Begoña 2016.

Con media entrada en los tendidos, se lidiaron seis novillos de Zacarías Moreno, bien presentados, nobles en conjunto y de desigual juego.

Aitor Darío El Gallo: estocada (ovación); casi entera (ovación).

Pablo Aguado: estocada (oreja); pinchazo, casi entera y siete descabellos (silencio tras dos avisos).

Luis David Adame: estocada (dos orejas); y estocada (dos orejas).

El novillo que abrió la feria de Gijón tuvo tanta nobleza como escasez de fuerzas y raza. El Gallo, que firmó bonitas verónicas y puso banderillas con soltura, llevó a cabo una faena aseada, de buenos pases sueltos al natural, pero faltó unidad y continuidad, principalmente por el poco fondo del utrero, al que despachó con contundencia con la espada.

No mejoró El Gallo con el cuarto, en una faena que no dejó ningún poso por la falta de acople y lo desangelado que se le vio durante toda la lidia.

La primera oreja fue para Pablo Aguado a su primero, al que cuajó una faena excelente por el gusto, el empaque y el buen trazo de cada muletazo por uno y otro pitón, amén de un intenso inicio por alto.

No pudo redondear el triunfo Aguado en el quinto, novillo que llegó al último tercio sin picar y que desarrolló notables complicaciones, aunque lo que de verdad enturbió el trasteo fueron los reiterados fallos del sevillano con los aceros, dando tiempo a que sonaran dos avisos.

Luis David Adame se aseguró la salida a hombros en su primero. El mexicano brilló con el percal: larga cambiada en el recibo, lances a la verónica y posterior quite por chicuelinas. Muleta en mano, llevó a cabo una faena muy intensa sobre el pitón derecho, por donde hilvanó pases limpios y muy templados. Mató de una soberbia estocada.

Majestuosa faena de Adame al sexto, que se metió al público en el bolsillo con un vistoso quite por lopecinas. Pero lo mejor vino en el último tercio a merced de una faena rotunda y muy bien compactada de principio a fin, en la que el joven mexicano se mostró muy sereno, templado y seguro.

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