_
_
_
_
_

Calixto Bieito debuta en la Ópera de París con un ‘Lear’ contemporáneo

El director de escena se atreve con una ópera de Reimann poco representada e inspirada en el personaje shakesperiano

Álex Vicente
Un momento de 'Lear' en la Ópera de París.
Un momento de 'Lear' en la Ópera de París.Elisa Haberer

Era una de las últimas plazas internacionales que se le resistían, pero desde esta semana la puede incluir entre sus conquistas. El director de escena Calixto Bieito, uno de los nombres que ha marcado el teatro español de las últimas dos décadas, acaba de debutar en la Ópera Nacional de París con una puesta en escena de Lear, del compositor alemán Aribert Reimann. Inspirada en la obra de William Shakespeare, la ópera se podrá ver en París en siete representaciones hasta el 12 de junio, con dirección musical de Fabio Luisi y el protagonismo del barítono danés Bo Skovhus en el papel del monarca enloquecido. Se trata de una ópera conocida por la complejidad de su notación rítmica y muy poco representada desde su estreno en 1978.

Numerosos compositores intentaron trasladar la obra original a la ópera sin conseguirlo, como Verdi, Debussy o Berlioz, que llegó a firmar una obertura inspirada en el personaje. A todos les tiró atrás la oscuridad del argumento y lo mucho que impone medirse con el texto de Shakespeare. Terminaría siendo Reimann, que acaba de cumplir 80 años, quien se animara a componer una ópera dodecafónica a petición del gran barítono alemán Dietrich Fischer-Dieskau, que se consideraba perfecto para el papel. Tras el rechazo de Benjamin Britten, su primera elección, emplazó a Reimann a hallar una expresión musical para “el drama interior y exterior” de ese viejo rey bretón que lega su territorio a sus pérfidas hijas, perdiendo el control del reino y sumergiéndolo en la destrucción. Se trataba de traducir, en cierta manera, las teorías expuestas por el polaco Jan Kott en el ensayo Shakespeare, nuestro contemporáneo (1964), que sostenía que la obra del bardo había anunciado los dramas del siglo XX. “Shakespeare, igual que Cervantes, me interesan porque todavía se inscriben en el Renacimiento, pero ya logran ver venir la oscuridad del Barroco y también la del siglo pasado”, confirmaba Bieito tras el estreno, el lunes pasado, en una antesala de la Ópera Garnier.

Nacido en Miranda de Ebro (Burgos) en 1963 y educado en Cataluña, el director se hizo conocido en los noventa con distintas adaptaciones contemporáneas de textos clásicos, incluidos algunos del propio Shakespeare. Bieito ha llevado a escena Sueño de una noche de verano, Medida por medida, Macbeth, Hamlet y El rey Lear, que estrenó en el Grec barcelonés en 2004. “Existe un Shakespeare para cada edad y momento. Al personaje de Lear no lo veía igual hace diez años que ahora, porque tengo una visión más cercana de la vejez y he visto a más gente acercándose a ella”, explica Bieito. “El rey Lear es una catedral de teatro, porque lo tiene todo: la familia, la vejez, el miedo a la soledad y la muerte o un discurso sobre el poder. Permite muchas lecturas distintas”.

“Shakespeare, igual que Cervantes, me interesan porque todavía se inscriben en el Renacimiento, pero ya logran ver venir la oscuridad del Barroco y también la del siglo pasado”

Su nuevo Lear está ambientado a finales de los 80, en un entorno algo decrépito que aspira a recordar “al de las familias pudientes de aquella época”, según Bieito. Sobre las tablas de la Ópera Garnier, la escenografía está presidida por un conjunto de lamas de madera móviles y cubiertas de petróleo, que primero se asemejan a paredes de hormigón, después trincheras en el campo de batalla y finalmente el armazón de madera del que se sirven los titiriteros para manejar sus marionetas.

Bieito tiene la agenda cargada durante las próximas temporadas teatrales. Solo en el próximo año, su adaptación de Carmen se verá en San Francisco, llevará Fidelio y Boris Godunov a Múnich, estrenará The Fiery Angel en Zurick, War Requiem en Oslo y Tannhäuser en La Fenice de Venecia. El próximo año tendrá lugar su debut en el Met neoyorquino con La forza del destino. Además, Bieito estará vinculado a las próximas temporadas de la Ópera de París, según confirmó tras el estreno su director, Stéphane Lissner.

Por si fuera poco, Bieito, que reside en Basilea desde hace años tras abandonar el Teatre Romea de Barcelona, acaba de ser nombrado director del Teatro Arriaga de Bilbao. Se dice algo “desconectado” de la escena española, pero también interesado en aportar su grano de arena. “Acepté porque en Bilbao me transmitieron ilusión y una visión que compartía. Yo creo que los habitantes de cualquier país europeo deben poder descubrir a un autor como Reimann, que no es elitista ni complicado. En París se organizó un preestreno con jóvenes menores de 28 años y estaba lleno”, relata Bieito. “Tener acceso a la ópera es un derecho. No va a acabar con las atrocidades de las que es capaz el ser humano, pero puede ayudarnos a ser un poco mejores”.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Álex Vicente
Es periodista cultural. Forma parte del equipo de Babelia desde 2020.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_