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El valor de los laboratorios del sonido

El canal Odisea estrena la serie documental ‘Soundbreaking’, un recorrido por la revolución de los estudios de grabación

Bob Dylan, en una imagen recogida en la serie documental 'Soundbreaking'.
Fernando Navarro

Imposible imaginar el descubrimiento de la penicilina sin un laboratorio o la primera misión espacial sin un centro de estudio científico como imposible es imaginar canciones inmortales como Yesterday o Like a Rolling Stone, por citar dos de una lista interminable, sin un estudio de grabación. La música popular, como gran elemento existencial de nuestras vidas desde hace décadas, no puede entenderse sin esas cabinas insonorizadas, a las que acompañan salas de control con monitores, mesas de mezclas, multipistas y ordenadores. A través de las voces y experiencias de productores y músicos, la serie documental Soundbreaking, que hoy martes estrena el canal Odisea (22.50), se adentra de forma privilegiada en la vida secreta de las canciones que han hecho historia. En palabras de Jeff Dupre, director y productor ejecutivo de la serie: “La música grabada ha impactado en la vida de todos nosotros. No es una cosa que sale de la nada. Son muchos elementos que juntos nos permiten sentir nuestros propios sentimientos”.

Mick Jagger y Keith Richards
Mick Jagger y Keith RichardsAlbert Watson

Compuesta por ocho episodios, Soundbreaking refleja un siglo de innovaciones al tiempo que ofrece una mirada exclusiva entre bastidores de cómo nacieron algunos de los sonidos más impactantes de todos los tiempos. Para ello, la serie se divide por capítulos conceptuales. De este modo, el primero, titulado El arte de grabar, repasa la labor de los productores, esos tipos a los que nadie pide autógrafos pero tienen mucho que decir bajo el techo del estudio, aunque, tal y como se ve por las experiencias contadas por Don Was con los Rolling Stones, Quincy Jones con Michael Jackson o Brian Eno con U2, tenían un plus laboral aparte de aportar su formidable visión sonora: el lidiar con los egos y caprichos de los músicos —a no ser que seas Phil Spector y sea al revés—. “Al final también hay un trabajo de tacto y diplomacia para manejar a los artistas”, confiesa George Martin, conocido como quinto beatle y cuya participación en esta serie documental antes de su fallecimiento fue muy destacada como asesor. “A medida que fuimos grabando e investigando, encontramos que las relaciones humanas entre los artistas es la parte más importante de una grabación”, apunta el director de Soundbreaking.

Tras más de tres años de trabajo y 150 entrevistas con productores, ingenieros y músicos, la serie supone una profunda incursión en el misterio de la creación sonora, “un viaje salvaje y lleno de historias” en palabras de Maro Chermayeff, codirectora. Hay un episodio dedicado a los colores del sonido, de cómo los artesanos Beck o Bon Iver graban en la era digital o los Beach Boys crearon el mítico Pet Sounds o Pink Floyd el no menos mítico Dark Side of the Moon. Otro dedicado a la guitarra eléctrica con repasos a Jimi Hendrix, Muddy Waters, Keith Richards o The Black Keys. También a la voz como instrumento con momentos de Aretha Franklin, Adele, Amy Winehouse, Suzanne Vega o Kanye West. O una interesante visión a la evolución sonora con el baile, partiendo de James Brown pero sin olvidar a Bee Gees, Madonna, Chic, Beyoncé o la electrónica, y el sampleo, donde destacan las figuras de Public Enemy, Beastie Boys y Run-DMC. “Este documental es una celebración de estos artistas y sus experimentos”, concluye Dupre.

Aquellos que todavía proclaman el fin de una época de los estudios de grabación y dicen que con un simple ordenador en casa se puede grabar música igual o mejor que la de siempre, tal vez deberían ver Soundbreaking. Más allá de desmontar la falacia, se comprueba con detalle el valor insustituible de los laboratorios del sonido.

El último proyecto del 'quinto beatle'

En su visita a España para presentar Soundbreaking, cuyo estreno en nuestra televisión se hace antes que en Estados Unidos, tanto Jeff Dupre como Maro Chermayeff, ambos codirectores del proyecto, quisieron recordar el papel fundamental del productor británico George Martin. El quinto beatle, fallecido en marzo, asesoró desde el principio con su visión del mundo de la música. Se le puede ver y escuchar en varias ocasiones, llegando a contar anécdotas con los Beatles y cómo se fueron convirtiendo en un grupo más sofisticado. Martin tuvo gran parte de culpa, con muchos ejemplos como su célebre aportación de la sección de cuerdas en Yesterday o, como él comenta, con "ese sonido inspirado en la música de Bernard Herrmann en la película Psicosis que McCartney buscaba para Eleanor Rigby".

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Sobre la firma

Fernando Navarro
Redactor cultural, especializado en música. Pertenece a El País Semanal y es autor de La Ruta Norteamericana. Ejerce de crítico musical en Cadena Ser. Pasó por Efe, Abc, Ruta 66, Efe Eme y Rolling Stone. Ha escrito los libros Acordes Rotos, Martha, Maneras de vivir y Todo lo que importa sucede en las canciones. Es de Madrid.

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