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ENTREVISTA

Cuando la frontera da risa

El guionista de 'Bordertown' Lalo Alcaraz explica cómo los temas de los chicanos empiezan por fin a penetrar la cultura de EE UU

Lalo Alcaraz, en su estudio de Los Ángeles.Vídeo: E. C.
Pablo Ximénez de Sandoval

La solución es un muro y no se le ha ocurrido a Donald Trump. Es una idea de Bud Buckwald, un perfecto inepto agente fronterizo de la ficticia Mexifornia. Bud es el protagonista de Bordertown, una serie de dibujos para adultos que esta temporada ha emitido la cadena Fox en Estados Unidos y que hace una sátira de la frontera, la inmigración y el racismo. Lalo Alcaraz, guionista y productor junto con otros de la serie, se ríe cuando le llaman profeta. “Escribimos ese episodio hace dos años. Salía la idea de hacer un muro en la frontera. Un año después, Trump empezó a hablar del muro”.

Es que no es tan difícil de imaginar para quien lo ha vivido, afirma. “En la frontera siempre ha habido esas historias. Después, El Chapo se escapó de la cárcel por un túnel. En ese episodio también hay un túnel, la gente alucina. Es que la frontera es así. Siempre ha habido túneles en plan con aire acondicionado e hilo musical. No es nada nuevo para los que hemos vivido en la frontera”.

La serie cuenta la vida de un blanco ignorante y racista, Bud Buckwald, su vecino inmigrante mexicano, Ernesto González, y sus familias en la ciudad fronteriza de Mexifornia. “Bud es el peor agente de fronteras de América del Norte. Ve el mundo cambiar a su alrededor y no le gusta, no entiende como a su vecino mexicoamericano le va un poco mejor que a él. Eso es lo que está pasando ahora mismo con Trump y sus votantes. Creo que Bud sería uno de sus partidarios”.

Vídeo: Fox Broadcasting Company

Alcaraz (San Diego, 1964) es uno de esos chicanos a los que los norteamericanos trataban como si fueran mexicanos y los mexicanos como si fueran gringos. Su español no es lo bastante bueno y su comida no es lo bastante picante, bromea. Pertenece a la generación de los hijos y nietos de la primera gran oleada de inmigrantes mexicanos crearon la cultura chicana en el sur de California. De ahí han salido obras de culto, como las películas de Cheech y Chong de los ochenta, pero ese mundo nunca ha encontrado su sitio en la cultura mainstream de Estados Unidos. Su tira cómica La cucaracha, que se publica a diario en Los Angeles Times, o series como Bordertown puede ser un ejemplo de que esa barrera está cayendo, más cuando lo ha emitido una gran cadena generalista como Fox.

“Cuando me reuní con el creador del show (Mark Hentemann) y vi el proyecto no podía creer lo que estaba leyendo”, cuenta Alcaraz. “Tiene el enfoque Hollywood, pero con dos personajes principales, uno blanco y otro latino. Solo eso, tristemente, ya es algo revolucionario para la televisión americana. Pero lo que me gustó fue toda la familia mexicoamericana. Aparte del show de George Lopez, en la televisión no se ven mexicanos americanos. En este show sale una familia entera con diferentes tipos, padres inmigrantes como mis padres e hijos chicanos como yo”.

Vídeo: Fox Broadcasting Company

“Yo soy de la frontera”, relata Alcaraz. “Mis padres vivieron en Tijuana diez años antes de venir. Luego estuvieron aquí indocumentados. Mi padre fue bracero. Los latinos nos identificamos con los inmigrantes. Yo crecí así, tratado como un inmigrante en San Diego”. Por eso no acepta las críticas de que se ríen de la parte más dramática de la inmigración ilegal. “Nos reímos del sistema de inmigración, no de los inmigrantes. Utilizamos estereotipos porque así es como se hacen los dibujos animados. Mi padre fue jardinero, Ernesto es jardinero. No es un recortable, es una persona con emociones. El padre de otro de los guionistas, Gustavo Arellano, es del mismo pueblito que el mío de Zacatecas, así que hicimos a Ernesto de Jerez, Zacatecas. Los jardineros son gente real, que cuida de sus familias y tiene opiniones”.

Ahora, hay una generación que empieza a admitir la cultura chicana del sur de California como una más con la que hacer comedia o drama. “El movimiento chicano ha cambiado. Cosas de las que hablábamos los chicanos hace 25 años ahora son mainstream. En Internet hay vídeos de chavales de 20 años haciendo comedia cholo. Hacen bromas que no son políticas, pero en cierto modo lo son, porque son sobre personajes del barrio. Ahora eso es cultura general. Es una evolución. Ahora hay un orgullo en ser mexicano que no había en aquellos tiempos”.

Son estos jóvenes latinos los que parece que van a entrar por fin en la cultura general del país. “¿Cómo es esa estadística? Decenas de miles de latinos cumplen 18 años cada mes. Esto es algo de lo que ya hablábamos hace 20 años, me alegra que por fin esté pasando. Es la impresión que me dio conseguir el trabajo en Bordertown y ver que hay series de televisión ¡con gente marrón! Series americanas. Por fin. Yo no era optimista, no creí que llegaría vivo a verlo y ahora estoy metido en ello”.

El último episodio de Bordertown se emitió el domingo 22 en Fox en Estados Unidos. La primera (y única por el momento) temporada está entera disponible en plataformas como Hulu, Amazon y iTunes. Por cierto, sobre lo del muro de la frontera: la economía de Mexifornia acaba arruinada y el fanático Buckwald se tiene que buscar la vida pasando inmigrantes de contrabando.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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