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LAS COLECCIONES DE EL PAÍS

La música no entiende de fronteras

EL PAÍS, Berklee College of Music y Casa Limón lanzan Refugio del Sonido, cuatro libro-discos cuyo beneficio se destinará a Médicos sin Fronteras

Miles de personas huyen de la guerra en sus países, en Siria, en Irak, en Afganistan, y llegan a las costas europeas en busca de la experanza de una nueva vida.

A bordo del Dignity I, uno de los barcos de búsqueda y rescate de Médicos Sin Fronteras, en el Mediterráneo, en julio de 2015.
A bordo del Dignity I, uno de los barcos de búsqueda y rescate de Médicos Sin Fronteras, en el Mediterráneo, en julio de 2015.Anna Surinyach

La tragedia se ceba con ellos, algunos no logran llegar y otros se encuentran con barreras y fronteras infranqueables al pisar suelo firme. Un drama en el que muchos cuestionan la actuación de Occidente. La música pretende aportar una mínima parte de ayuda con el proyecto Refugio del sonido. Se trata de una propuesta musical que se agrupa en en cuatro libro-discos con canciones interpretada por estudiantes de más de 20 nacionalidades del Berklee College of Music, con melodía y letras compuestas por Javier Limón. Los textos de los libros los aportan personalidades de la cultura y la comunicación iberoamericanas. EL PAÍS lanza el primero de ellos el próximo domingo 22 y cada semana se podrá adquirir uno en el quiosco. Tiene un precio de 2,95 euros y los beneficios netos de la venta irán destinados a Médicos sin Fronteras y su labor con los refugiados, así como para una beca para promover iniciativas culturales en los campos de refugiados.

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El poder unificador de la música

Alejandro Sanz ha cantado para Refugio del Sonido la canción Vienen. Para ello ha grabado un viceoclip en el que intervienen figuras como Javier Cámara, Marwan, Manuela Velasco, Fele Martínez, Buenafuente, Mamen Mendizabal, Toni Garrido, Jose Mercé, Candela Peña, Emilio Aragón, Michelle Jenner, Roberto Álamo, Juan Carlos Vellido, Guille Galván, Tristán Ulloa, Malena Alterio, Fernando Tejero, Daniel Grao, Antonio de la Torre, Laura Dominguez, Juana Acosta, Gorka Otxoa, Marwan, Carmen Ruiz, Bimba Bosé y Dani Rovira.

Dos niños en el campo de Idomeni (Grecia).
Dos niños en el campo de Idomeni (Grecia).Mai Saki

La música recoge las diferentes tradiciones de los pueblos del Mediterráneo, desde los sonidos árabes, hasta las flautas celtas, pasando por el flamenco y la percusíón del norte de África Refugio del sonido se concibe también como un homenaje a la diversidad de culturas del Mediterráneo y por ello EL PAÍS, Berklee Mediterranean Music y Casa Limón han invitado a 38 figuras de la literatura, periodismo, música y cine a aportar su visión sobre el drama de los refugiados. John Carlin, Rosa Regàs, Martin Caparrós, Tahar Ben Jelloun, Mario Vargas Llosa, Ismael Diadie, Juan Cruz, Emilio Aragón, Isabel Coixet, Almudena Grandes Santiago, Rocagliolo o Joan Manuel Serrat son algunas de las firmas que han prestado sus palabras a este proyecto. También han colaborado los fotógrafos Juan Carlos Tomasi, Anna Surinyach, Juan Medina, Mai Saki, Bernardo Pérez, Samuel Aranda y Carlos Spottorno, entre otros.

La música está interpretada por estudiantes del Berklee College of Music, una de las universidades de música más prestigiosas de todo el mundo, ubicada en Boston (EE UU). Entre ellos se encuentran músicos como Salyth Al Rubaye. Sus padres tuvieron que marcharse de Irak hasta Jordania cuando él era un niño a causa de la guerra. “Con los años me he dado cuenta de que la misicón más impotante de un músico es usar su arte como vehículos para el cambio social”, afirma este estudiante. Junto a él, Gilbert Mansour, percusionista que nació durante la guerra del Líbano y asegura que fue difícil para su infancia corriendo de una ciudad a otra con toda su familia: “Cuando todo acabó mis hermanos y yo empezamos a tocar música y se convirtió en un modo de escaparnos, era como un refugio”.

Javier Limón afirma en el primer libro: “Si nuestra historia está marcada por la influencia de tantas culturas que vinieron y se fueron, dejándonos lo mejor de ellas, nuestro futuro debe estarlo también por la ilusión de que la raíz sigue viva y continuará dando frutos durante muchos siglos”.

Cuatro albumes para cuatro mares

Cada uno de los discos lleva el nombre de un mar: Egeo, Adriático, de Libia y Jónico. Cada canción está titulada con el nombre de un pueblo del Mediterráneo. Cada álbum tiene su propia personalidad. El del mar Egeo está marcado por las cuerdas árabes, el arpa celta, las flautas o los metales de las calles de algún pueblecillo siciliano, arropados por percusión turca o norteafricana. En el del mar Adriático se vive un nuevo encuentro del lenguaje musical más determinante del siglo XX, el jazz, con las melodías mediterráneas. En el de Libia, el flamenco es el protagonista, ya que supone la síntesis perfecta y equilibrio ideal de las culturas judía, árabe, cristiana y gitana, con diferencias y similitudes siguen siendo, ahora más que nunca, una de las claves para entender la sociedad actual. En el álbum del mar Jónico, algunos músicos de origen latinoamericano desempolvan de nuevo los puentes que unen América con el Mediterráneo y que hacen posible que la comunicación sonora a ambos lados del océano suene de forma fluida y bella.

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