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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

¿La justicia?

No sé cuántos años pide la devota fiscal para esa señora tan atractiva del sujetador negro por su grotesco numerito en una capilla católica de la Universidad

Carlos Boyero
Rita Maestre.
Rita Maestre. Kike Para

En medio de una cena, convenientemente regada, en San Sebastián con Borja Hermoso y un amigo común, y después de haber saludado a un señor encantador, normal en el mejor sentido del término, imagino que de derechas, presidente del PP de Guipuzkoa, llamado Borja Semper, nos atacó un bombardero verbal excesivamente tosco de las tres señoras que estaban en la mesa contigua. Sigo ignorando los motivos, pero recuerdo que nos identificaron sarcásticamente como izquierdosos (¿o directamente rojos?) porque sabían que Borja y yo trabajábamos en EL PAÍS, y no sé cuántas acusaciones más.

Dado que las libaciones en ambas mesas poseían ya demasiados grados y uno ha sido testigo de alguna secuencia parecida en la que la agresividad oral deja paso a la física, ese incidente surrealista podía transformarse en algo peligroso. Entonces nos revelaron amenazadoramente que eran jueces, no recuerdo si las tres, pero todas pertenecían al gremio. Nuestro amigo, que es un abogado muy racional, aplacó con su negociación aquella insensata hoguera.

Pero nunca olvidaré esa identificación que me recordaba aquello tan popularizado en el asqueroso franquismo de “¿sabe usted con quién está hablando, sabe que le puedo meter un puro?”. Qué curioso que la palabra juez, que debería otorgar seguridad y alivio al ciudadano común y decente, le provoque numerosas veces un escalofrío. A los grandes manguis no. Bueno, a algunos sí. Depende del que te toque.

Quieren meter cuatro años y medio en el trullo a dos titiriteros que perpetraron un espectáculo. Y no sé cuántos pide la devota fiscal para esa señora tan atractiva del sujetador negro por su grotesco numerito en una capilla católica de la Universidad. En un estado presuntamente laico. Vale lo del respeto al altar. Pero que también instalen en las universidades mezquitas, sinagogas, templos satanistas... O todos o ninguno.

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