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La animación española triunfa en Stuttgart

Dos producciones nacionales salen premiadas del prestigioso festival de la ciudad alemana

Dos producciones españolas, el largometraje Psiconautas, los niños olvidados de Pedro Rivero y Alberto Vázquez, y el cortometraje Alike, de Daniel Martínez Lara y Rafa Cano Méndez, consiguieron sendos premios en el Festival Internacional de Cine de Animación de Stuttgart (Alemania). La muestra que hoy concluye con un día extra de proyecciones dada su popularidad es en la actualidad uno de los referentes más importantes de la animación en Europa. De hecho su prestigio ha hecho que la Academia en Hollywood acepte automáticamente al ganador de Stuttgart en su preselección de candidatos al Oscar al mejor cortometraje animado. Pero ese honor no será para ninguna de las producciones españolas, ganadoras en otras categorías, sino para el filme Kaputt (Broken), un crudo cortometraje documental contado en animación y centrado en el testimonio de un grupo de prisioneras condenadas a trabajos forzosos en las cárceles de la ex Alemania del Este, que se hizo con el principal galardón de la muestra. “Su elección en la competición internacional confirma la tendencia del mundo de la animación actual a producir películas de contenido social”, indicó el director artístico del festival, Ulrich Wegenast.

Incluso los más pequeños le dieron la razón cuando seleccionaron Alike como el ganador del premio Tricks for Kids, escogido por y para niños. “La película es más seria que otras”, dijo Joel a la prensa mientras que Leonie, otro de los niños parte del jurado que no dieron a conocer su apellido, añadió que el corto “puede hacer un mundo mejor”. Ganador también del último Goya al mejor corto de animación, Alike narra con sencillez y sin palabras la relación de un padre y un hijo, ambos “condenados” a una jornada laboral o escolar que le va quitando los colores a la vida. Una producción que le tomó a Martínez Lara cuatro años hasta llegar a este momento. “Escuelas como Pepe School, Lightbox Academy o Animum están haciendo un trabajo fabuloso en el desarrollo de una cantera muy interesante de profesionales de la animación”, recordó a EL PAÍS Nico Matji, productor de Alike y más conocido por otros de sus trabajos como la reciente Atrapa la bandera o las aventuras de Tadeo Jones. “Los productores deberíamos estar siempre potenciando el talento y el desarrollo de los creadores”, animó este profesional, contento de seguir en el mundo de los cortometrajes de manera regular incluso tras dar el salto al campo del largometraje.

En la categoría de mejor largometraje es donde Psiconautas se alzó con la victoria en el Festival de Stuttgart. Un filme que el jurado definió como una metáfora que alterna entre diferentes estilos para contar con cierto humor las aventuras de un niño y una niña que viven tiempo de desesperanza. No son esos los tiempos que vive la animación española que confía con poder realizar ese sueño nunca conseguido antes de crear industria. Con un gran número de profesionales respetados por todo el mundo, el volumen de producciones españolas es escasa y su alcance, no siempre el deseado con dificultades en su distribución y en muchas ocasiones a la hora de encontrar un público que prefieren las producciones de los grandes estudios. Pero son numerosas las noticias que apuntan a un cambio con los recientes anuncios de la compra de los estudios Ilion, productora de la próxima película de animación de Paramount, por parte de la empresa china Down Galaxy Internacional o el acuerdo de coproducción entre el estudio valenciano Bikes y el conglomerado chino CVC.

Simultáneamente a la celebración del festival de Stuttgart, donde también se proyectó fuera de competición el filme Extraordinary Tales, del español Raúl García, tuvo lugar en la misma ciudad alemana la 21ª edición del FMX, la mayor cita europea en el campo de efectos visuales y transmedia. Considerado el Siggraph europeo, el foro fue unánime a la hora de presentar la realidad virtual como la próxima frontera en el futuro de la animación. De hecho bajo el título de “fundiendo realidades”, el FMX contó con la presencia de todos los grandes en este campo —Oculus, Sony, Google, Lytro, Epic Games o AMD— presentando sus últimos avances.

Un foro en el que también estuvo invitado el español Rafa Zabala, modelador en películas como El hobbit o Iron Man 3 y uno de los ponentes de esta feria de la animación que en estos días se convirtió además en una oferta de trabajo. Porque según recordaron varios de los profesionales allí presentes, la explosión en el campo de los efectos digitales puede causar en breve una escasez de profesionales capaces de lograr los efectos deseados. “Matrix solo tenía 420 planos con efectos. Estos días cualquiera de las películas de la Marvel tiene más de 2.000”, recordó Diana Giorgiutti, productora en varios de estos títulos. Películas como la última versión de El libro de la selva fueron el mejor ejemplo de la evolución en este campo, cinta generada por ordenador casi en su totalidad a pesar de su realismo. “Y no insistiré nunca lo suficiente en que algo así es posible gracias a los cientos de profesionales, a las decenas de miles de horas que ponen estos artistas en su realización”, recalcó su director, Jon Favreau, a este diario.

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