_
_
_
_
_
CRÍTICA | TIERRA DEL FUEGO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Tras el Holocausto, la Nakba

Claudio Tolcachir sirve el texto de Diament sin filigranas, como un trago seco revitalizante

Javier Vallejo
Un momento de 'Tierra del Fuego', en las Naves del Español.
Un momento de 'Tierra del Fuego', en las Naves del Español.

Un texto inspirado, sobre un tema crucial, interpretado y dirigido a idéntica altura. Tierra del fuego, habla de modo elocuente y asequible de un asunto indigesto. Sus protagonistas están inspirados sin disimulo en Yulie Cohen Gerstel, israelí víctima de un atentado del Frente Popular para la Liberación de Palestina, y en el joven que la disparó, al que veinte años después quiso conocer, en cuya excarcelación colaboró y sobre el que acabó rodando My terrorist. Cohen, nacionalista nacida en un barrio de clase acomodada (entre cuyos vecinos figuraron Moshé Dayán, Isaac Rabin y Ariel Sharón), dio un giro en su percepción del problema palestino y en el papel que Israel juega en la perpetuación de la violencia, tras visitar los territorios ocupados y entrevistarse con su atacante.

TIERRA DEL FUEGO

Autor: Mario Diament. Versión: David Serrano. Intérpretes: Alicia Borrachero, Abdelatif Hwidar, Tristán Ulloa, Malena Gutiérrez, Juan Calot, Hamid Krim. Dirección: Claudio Tolcachir. Madrid. Matadero/Las Naves del Español, hasta el 5 de junio.

De todo ello habla esta obra de Mario Diament, con agilidad, altura trágica y un espíritu de búsqueda de la verdad, escondida bajo toneladas de persuasión y de propaganda, que entronca con el ánima de las obras de Wajdi Mouawad. El autor, judío argentino, desentraña con agudeza las razones de sus personajes, los enfrenta en agones límpidos como haces de luz y les lleva a descubrir secretos cruciales y caminos por andar. Interpretados por Alicia Borrachero y Abdelatif Hwidar, los protagonistas respiran verdad y hondura: también Gueula, madre de la azafata asesinada, en la interpretación medular de Malena Gutiérrez. Genuino, el abogado árabe de Hamid Krim. Bien, Tristán Ulloa, en un papel menos agradecido. Juan Calot tiene una intervención decisiva, que debería de ser demoledora, cual diagnóstico de una enfermedad letal. Tolcachir sirve el texto sin filigranas, como un trago seco revitalizante.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_