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Cuando Prince cantó a Donald Trump

El artista compuso una canción titulada con el nombre del magnate estadounidense

Fernando Navarro
Memorial de tributo a Prince, en Chanhassen, Minneapolis.
Memorial de tributo a Prince, en Chanhassen, Minneapolis.S. OLSON (AFP)

Todo genio tiene sus extravagancias. Algunas de Prince son muy conocidas, otras no tanto. Muerto el príncipe del pop, empiezan a recordarse varias del músico estadounidense. Las hay impensables en su repertorio, como la canción que escribió con Donald Trump de protagonista y que apenas ha trascendido; la compuso para que la interpretase The Time, un grupo de su factoría de artistas.

Corría el año 1990 cuando Prince se encontraba en la cresta de la ola. Tras la publicación de álbumes sobresalientes como Purple Rain, Around the World in a Day y Sign o’ the Times, era reconocido como un auténtico renovador de la música negra. Ya para entonces también había mostrado su perfil de empresario del pop, intentando erigirse desde su condición de visionario y estrella como un gran padrino musical de la activa escena funk, jazz y rhythm and blues de Minneapolis.

Después del espectacular éxito de Purple Rain en 1985, abrió un estudio de grabación y un sello discográfico bajo el nombre de Paisley Park, el mismo lugar donde murió el pasado jueves. Desde Paisley Park Records apoyaba los proyectos paralelos de músicos de su banda como el de su saxofonista Eric Leeds o caprichos como The Family, el grupo que montó con Wendy Melvoin, guitarrista de The Revolution, y su hermana gemela Susannah Melvoin, de la que estaba enamorado. A ella dedicaría una de sus mejores canciones, compuesta originalmente para aquella formación, llamada Nothing Compares to You, que poco después se convertiría en un clásico en la voz de Sinnead O’Connor.

Dentro de ese paraguas que era su discográfica, Prince desarrolló una faceta poco comentada en su biografía como la de compositor de canciones para otros. Para el año 1990 había escrito y producido Time Waits for No One, el álbum con el que toda una Mavis Staples intentaba no caer en el olvido tras sus lejanos y añorados comienzos en la legendaria banda de góspel familiar The Staples Singers. Hizo lo mismo con The Time, que lideraba su amigo Morris Day, álter ego de Prince en la película de Purple Rain.

Por disputas internas, The Time se habían separado en 1985. Algunos de sus miembros tiraron en solitario y otros, amparados por la estrella del pop, se unieron a The Family, pero en 1990 decidieron juntarse y sacaron un cuarto álbum titulado Pandemonium. Tal y como cuenta Matt Thorne en el libro Prince: The Man and His Music, ese disco le pertenecía casi en su totalidad a Prince. La mayoría de las composiciones llevaban su firma, incluida Donald Trump (Black Version).

Cuesta imaginarlo: la estrella negra, hecha a sí misma, epítome del pop transgresor e hipersexualizado, dedicándole una canción a Donald Trump, macho alfa norteamericano, defensor de valores conservadores. O tal vez no cueste tanto. A fin de cuentas, Prince era imprevisible y sabía jugar con la ironía. Bajo el efecto del suave funk bailable de The Time, que alcanzaron el número 1 de las listas de R&B con este disco, la canción tampoco deja claro ningún tipo de apoyo. La letra habla de un hombre que intenta seducir a una mujer y cree que al final ella “necesita” a alguien con los “bolsillos llenos” como Trump, hoy candidato republicano en la carrera a la Casa Blanca pero entonces un empresario multimillonario que compraba casinos de lujo.

El estribillo es este:

Donald Trump (black version), maybe that's what you need.

A man that fulfills your every wish, your every dream.

(Donald Trump (versión negra), tal vez sea eso lo que necesites

Un hombre que colme todos tus deseos, todos tus sueños)

Esa visión del enigmático Prince sobre Donald Trump como un reflejo del éxito puede ser entendida como una curiosa broma de una simple canción de amor. Algunos han querido ver que el modelo Trump de hombre triunfador, dueño de sus negocios, era un ejemplo para el músico, que desde sus comienzos quiso romper la difícil barrera del mercado de la música negra, alcanzando un estatus de estrella del rock, y pronto iniciaría toda una batalla contra las discográficas por el control de su música.

Fuera como fuera, la única verdad es que el polémico Donald Trump, azote de los latinos y musulmanes en Estados Unidos, tiene una canción escrita por Prince. Escuchar para creer.

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Sobre la firma

Fernando Navarro
Redactor cultural, especializado en música. Pertenece a El País Semanal y es autor de La Ruta Norteamericana. Ejerce de crítico musical en Cadena Ser. Pasó por Efe, Abc, Ruta 66, Efe Eme y Rolling Stone. Ha escrito los libros Acordes Rotos, Martha, Maneras de vivir y Todo lo que importa sucede en las canciones. Es de Madrid.

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