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Terapia de risas con Eva Hache

La humorista se estrena como actriz protagonista en la adaptación de 'Web Therapy', en #0

La protagonista de 'Web Therapy' responde a EL PAÍS sobre sus gustos televisivos.
Eneko Ruiz Jiménez

Cuando Eva Hache (Segovia, 1971) comenzó a hacer monólogos en bares, este género de humor sobre las tablas casi no existía en España. “Fue cuando los garitos empezaban a ser multados por la música. Como tenían escenario, nos dejaban subir. Al público le molestábamos. Íbamos de antro en antro pasando penurias”. La humorista ganó en 2003 el certamen de monólogos El club de la comedia y, desde entonces, ha hecho cientos de monólogos en teatros y televisión, pero le faltaba una cosa por probar: salir de su piel y protagonizar una serie de ficción. Web Therapy le concede esa oportunidad, aunque en un proyecto muy particular, rodado frente a una webcam y sin diálogo escrito.

Mientras se quita la peluca rubia de la psicóloga Rebecca Miller, su personaje más reconocible va apareciendo. Se borra el rostro de maestra de instituto de la terapeuta de la red y aparece esa sonrisa perenne, pelo corto y ojos pizpiretos por los que se caracteriza su personalidad frente a la cámara. Web Therapy, que se emite los martes en #0, convierte a la actriz en su opuesta, la alumna aventaja de Lisa Kudrow (Friends), protagonista y guionista de la serie original. “Es una psicóloga que solo habla de sí misma. Nos servimos de su rasgos: clasista, sociópata y de clase media alta; pero a medida que avanzábamos, nos dábamos cuenta de que las diferencias en nuestro humor la harían ir por otro lado. Ella es mi mentora. Esto es un spin-off más que la adaptación“.

Hache, convertida en Miller, se mete en una habitación y, a través de una pantalla y un pinganillo, ve y oye a su paciente, en otro plató y con escenografía específica. Ambos miran directos a la cámara para hacer de la consulta por Skype algo cercano a la realidad. La metodología del rodaje y la improvisación en escena se respeta de la original. “Tenemos guiones sin diálogos, pero la descripción de los personajes que hace Marta Suárez, jefa de guion, es muy exhaustiva. Lo mejor es que los actores vienen inseguros, con un gusanillo por hacer algo nuevo”. Si por el diván estadounidense pasaron Gwyneth Paltrow, Meryl Streep o gran parte del reparto de Friends, Miller enfrenta los traumas de Clara Lago, Quim Gutiérrez o Carlos Areces.

“La improvisación es escuchar y ser fiel. Tener claro el personaje para defenderlo y no ser vanidoso”. El método, similar al que utilizan series como Larry David o las películas de Christopher Guest, se respeta, pero Hache, que bebió de la escuela estadounidense con sus monólogos y la adaptación española de Saturday Night Live, ve sutiles diferencias en el humor local. “En España queremos la carcajada y en EEUU la sonrisa. Buscan mantener el tipo hasta alcanzar la vergüenza ajena, el patetismo máximo. Nuestra comedia está más pendiente del ritmo y el golpe de efecto. Necesitamos cierres y personalidades directas, menos normales.”

Miller tiene incluso Twitter para responder a sus pacientes. Algo que debe a Hache, una adicta de la red social que hace poco superó el millón de seguidores. La actriz entiende bien sus claves y las acepta, le gusta leer las críticas y pasa de lo negativo: “Hay que disfrutar de lo bueno y a mí me compensa leer lo que piensan”.

Hace un par de meses tras presentar los premios Goya, Dani Rovira saltó a la red para lanzar un alegato: “Tras las críticas, desprecios, insultos, acusaciones y decepciones, no me ha merecido la pena presentar”. La actriz, que presentó dos años la gala durante su etapa en Noche Hache, respeta la decisión aunque le sorprende el enfado: “Es terrible que la gente tenga tanto odio, pero como artistas sabemos que sucede y debemos anticiparnos. Hay que tratar de que el umbral del dolor no caiga. No hay que dar de comer al troll y debemos estar por encima de los comentarios”.

Ese “patetismo” y necesidad de protagonismo, presente en la red y también en el concurso Got Talent del que es jurado, le sirve a Hache para definir “una de las claves del humor”, sea español o estadounidense: “La gente se viene arriba viendo gente infeliz. Cuando más desnudo está el payaso, más risa da. Estás a salvo”.

El mensaje de 'Got Talent'

Este año ha sido de descubrimiento para Hache. Además de la ficción, la humorista ha probado otra faceta como jurado en el talent show Got Talent, uno de los éxitos de la temporada y otra adaptación de un formato extranjero. "Como trabajo es muy cansino pero muy interesante. Debes tener la generosidad de respetar a todos. Hay gente que busca ser famoso por un día, que le gusta el exhibicionismo, pero también muchos que quieren mostrar algo".

Su botón dorado de paso a semifinales, sin embargo, fue muy criticado en su Twitter. Apoyó a dos mujeres que se desnudaban para lanzar un alegato sobre la esclavitud del físico. Es un tema del que habla con pasión: “Tenía un plan, dárselo a alguien que no llegara por sí solo. Su talento era el de poner en boca el debate social. Está tan metido en nosotros, que, aunque los tacones duelan, yo acabo yendo con ellos a cualquier estreno”.

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Sobre la firma

Eneko Ruiz Jiménez
Se ha pasado años capeando fuegos en el equipo de redes sociales de EL PAÍS y ahora se dedica a hablar de cine, series, cómics y lo que se le ponga por medio desde la sección de Cultura. No sabe montar en bicicleta.

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